Capítulo 27

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Esto es demasiado fácil, pensó Draco. O bien Davet era un tonto imbécil o deseaba que lo cogieran.

Davet trató de cerrarle la puerta en las narices, pero él alcanzó a meter el pie y se lo impidió.

—No sea tonto, Dumont. ¿Dónde está mi hermana?

—¡Draco!

Al oír la voz infantil de Lyra dentro, hizo a un lado a Davet y entró. Hermione y Harry entraron detrás. Lyra corrió a echarse en los brazos de Draco y él la abrazó con más fuerza que en toda su vida. Abrazada a él, ella se echó a llorar.

—¿Cómo me encontrasteis?

—No fue difícil, cariño. Había un rastro de cartas enviadas durante muchos años que nos trajo hasta aquí.

—¿Cartas? ¿Qué tipo de cartas?

Él le limpió una lágrima de la tersa y pálida mejilla.

—Eso lo explicaré después.

En ese momento Davet pareció reunir su valor y avanzó un paso. Se detuvo entre Harry y Draco, que lo sobrepasaban casi por una cabeza en estatura. Draco tuvo que reconocerle el mérito.

—¿Qué significa esto? —dijo Dumont—. Lyra, esto no es lo que planeamos.

Draco lo miró ceñudo.

—Lo siento, Davet —contestó Lyra—, pero esto no es lo que yo creía que sería.

—¿No te raptó, Lyra? —preguntó Harry.

Ella bajó la cabeza, azorada.

—No, vine a París con él de buena gana. Él dijo que deseaba casarse conmigo.

—¿Por qué no se casó? —preguntó Draco, y miró a Davet, esperando que contestara.

Curiosamente, Davet guardó silencio. Hermione le cogió la mano a Lyra.

—No pasa nada, cariño. Ahora estamos aquí, para llevarte a casa. Todo irá bien.

Lyra sorbió por la nariz y se limpió la nariz. Draco se volvió hacia Davet.

—Potter, llévate a Hermione y a Lyra al coche. Yo bajaré enseguida.

Avanzaron hacia la puerta, pero de pronto Lyra se volvió para hablar en voz baja con Draco.

—No es culpa suya —le dijo entre lágrimas—. No le hagas ningún daño, por favor. Dijo que quería casarse conmigo.

Draco sintió pasar por él un temblor de inquietud. «No le hagas ningún daño, por favor». Lyra tenía miedo, miedo del legado familiar.

Miró a Hermione, que lo miró insegura. Se le formó un apretado nudo en el estómago. ¿Es que ella también tenía miedo? ¿Miedo de que él explotara con una violencia rabiosa, incontrolable, como sus antepasados?

La verdad era que no tenía idea de lo que iba a hacer. Lo único que sabía era que tenía que llegar a un acuerdo con ese hombre; era necesario. Sólo esperaba que su hermana lo comprendiera cuando se enterara de toda la historia. Y que Hermione apoyara sus actos, fueran cuales fueran.

—No tienes por qué preocuparte, Lyra —le aseguró dulcemente, besándole la frente—. Sólo necesito una explicación.

Ella asintió y echó a andar hacia la puerta, pero se detuvo a besar a Dumont en la mejilla; después se echó a llorar. Harry la cogió en los brazos y empezó a bajar la escalera con ella. Davet se los quedó observando con una expresión de hostilidad en sus ojos oscuros.

Draco miró a Hermione, que seguía junto a la puerta.

—Bajaré enseguida —le dijo—. Espera en el coche, por favor.

Noble de Corazón - ADAPTACIÓN DRAMIONE, LIBRO UNODonde viven las historias. Descúbrelo ahora