Scarlet
Abrí de apoco los ojos, la luz de la habitación es tenue, deduje qué las cortinas están cerradas.
Me duele el cuerpo, la cabeza y la intensidad de incomodidad que siento en la espalda, abruma completamente.
¿Qué sucedió? Lo último que recuerdo es estar en el parque con los niños.
Estoy acostada de lado así que decidí levánteme rápido. Sentí peso en la espalda y en la camisa que llevo. Algo se movió y escuche a mi hija gritar.
Revise y allí esta, metida en mi playera. Abrió un poco los ojos para verme, están completamente rojos y un poco hinchados. Ha estado llorando y mucho.
¿Por qué?
La arrulle para que volviera a dormirse, no me siento bien como para dejar que llore y lidiar con eso. Al momento de sentarme sentí la presión en la espalda. Tuve que pararme y observe detalladamente las dos alas que adornan detrás.
Olvidaba lo hermosas que son aunque su color cambió. Hay destellos en dorado qué adornan las orillas. Soy más bellas que antes.
Una vez dormida la saque de debajo de la camisa y volví a cargarla. Tome una de las mantas qué tiene Jackson en la cama y la cubrí con ella. Lleva un vestido rojo con calzones rosas en bombachas.
No se quién sea la persona que cambie a la niña pero tiene buen gusto, siempre la dejan hermosa.
Llene toda la habitación de esferas y tome asiento en un banco sin respaldo. Aún me duele la espalda y no puedo guardar esas enormes alas.
Tal vez me cueste horas o días poder hacerlo, consecuencias de no sacarlas. Esto agradecida de no prohibirles nada a los niños. No quiero que sientan ese dolor.
Abrir, cerrar.
Abrir, cerrar.
Estuve varios minutos moviendo las alas, debo acostumbrarme al peso. Revolotee un poco en la habitación enamorada de esa sensación a la que me reúse a sentir durante todo este tiempo. No debí de hacerlo, pero si no era de ese modo sería más fácil de rastrear. Fue una necesidad, no capricho.
Ahora no hay vuelta atrás, ruego a dios no sufrir un percance aquí. Que este lugar no sufra las consecuencias de tenerme cerca.
Alguien abrió la puerta con sutileza. Asomo la cabeza y entró cuando me vio despierta. Observó a la niña y distinguí alivio.
—En la noche se escapó y salió de mi cuarto. En la mañana Jackson nos dio sermones por dejarla sola— dijo y no entendí sus palabras—¿cómo te sientes?
—Bien—mentí. Me duele todo pero puede ser mucho peor.—¿Tu eres la que cambia a la niña?— no puede guardarme esa pregunta.
—No, me encargo de que no la vistan mal pero Sacc es el que se hace cargo—suspiro sentándose en el suelo—dice que te la quiere robar y como Jackson no lo deja, insiste demasiado en un bebé.
Ahora resulta que aquel lobo quiere a mi hija, para sus pulgas si dejo que se la lleve. No dije nada pero guarde una nota mental de no dejar que se lleve a la niña algún lado.
—Insiste demasiado—argumento.
—¿Y tú no quieres? — pregunte.
—Acordamos que no tendríamos hijos en este momento, aparte quiero que Karin crezca un poco más— se acercó un poco.
Algo se revuelve dentro, un impulso raro que no puedo frenar. No lo pude parar y cunado menos acorde puse la mano derecha en su cabeza y sobe un poco. Como si le diese confort a una niña pequeña.
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Scarlet
FantasíaUnas alas. El tesoro más valioso entre los reinos caminantes. Un reino próspero. Una nueva reina. Un poder único. Una belleza inalcanzable. Recuerda que los primeros, siempre son dos. Recuerda que todo está vinculado. No puedes huir del dest...