Capítulo 14

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Algo incomoda mi cuerpo, desperté una vez y vi a Catlín muy pegada a mí y la niña. En esta ocasión es diferente.

Abrí un poco los ojos y está todo oscuro. Moví mi cuerpo un poco y deje que mi visión se acostumbrara a la penumbra.

Al darme la vuelta vi una sombra horrible cerca de la cama. Cerca de mí. Es como si viera una persona con aspecto horripilante, sus ojos rojos y a pesar de no ver prácticamente nada ahí está.

Me asuste, hice el cuerpo para atrás y grite. Salir de la cama en un salto quedando completamente frente a frente. ¿Nos encontraron? ¿Por qué no hace nada? La luz se encendió y pude apreciar bien si aspecto.

Es una persona pero está rodeada de sombras algo en su mirada me hizo dudar un poco pero sé que no hará nada.

Mi hija grito llorando. Lo se cariño yo también le tengo miedo a lo que sea que es.

—¡Maldita sea Tamara! No hagas eso, estúpida. Ya asustaste a la niña—Catlín grito.

Su mirada cambió hacia la cama y vi como agranda los ojos de la impresión al ver a mi compañera, las sombras desaparecieron y aprecie a una chica rubia con cabello largo. Cuando volvió la mirada sus ojos son azules, realmente sus facciones son sorprendidas.

Nos voltea a ver mucho. Tome a la niña en brazos para tratar de calmarla. Se asusto bastante y solo espero que eso no traiga consecuencias.

Esas dos se gritaron a más no poder y yo entre al baño.

—Está bien amor, lo llores princesa—la pegue a mí y sobe su espalda— yo estoy aquí y nada malo te pasara. No llores.

Ya no se gritaban, dure diez minutos dentro tratando de tranquilizar su corazón y de paso el mío. No puedo tener una noche en paz, anhelo descansar.

Salí del baño fastidiada de que alguien interrumpiera mi noche y con un bebé hipeando y sollozando.

—¿Está bien? —pregunto Catlín.

—Lado equivocado de la cama, la quería asustar a ella y la confundí contigo—apuntó a la otra chica. —Lo lamento, no fue mi intención. —Se acercó para hablar a mi hija—lo siento cielito, no fue mi intención asustarte.

Mi hija tiene su carita pegada a mi pecho pero volteo a verla mejor. Le mostro sus sombras y ella metió parte de su mano en la boca. Ya no llora.

—Solo quería asustar un poquito a Cat. Discúlpame—su voz es dulce.

Sus ojos son de una azul muy hermoso, no se parecen a los míos. Su cabello largo y rubio. Mejillas definidas y labios proporcionados. Lleva un pantalón de mezclilla y blusa negra de tirantes.

Mi compañera de habitación la miraba con reproche desde la cama.

—Mi nombre es Tamara. Un placer—se presentó.

—¿Ella es la del teléfono? — pregunte a Catlín ignorando su presentación. Asintió— Aurora— fue lo único que le dije. No la conozco así que no me cae ni bien o mal pero estoy molesta porque al parecer para todo el mundo es divertido irrumpir mi ciclo de sueño— iré a la cocina por un biberón para Sunny.

—¡Yo también quiero!—dijo de repente. La rubia se empezó a reír.

—¿Quieres un biberón? —pregunte confundida.

—Leche tibia tonta— reprochó. Me ordenó que le trajera un vaso, ¿qué le sucede?

—¿Te has dado cuenta que te tomas demasiadas confianzas con una persona que no conoces?—pregunte.

—¿Lo vas a traer o no?—dijo de lo más normal del mundo. Loca.

—Lo que ordene su majestad—corrí antes de que la almohada llegará a mí.

ScarletDonde viven las historias. Descúbrelo ahora