Al final ya no pudimos seguir en auto así que bajamos y caminamos.
—No me has dicho tu nombre, ¿cómo te llamas?—pregunte curiosa, después de todo esto aún ni siquiera sé cómo llamarla.
—Me llamo Catlín, cuando mi padre esta molesto me grita Narelis y mis amigos me llaman Cat o Cati—respondió para después preguntar el mío. No le di mi nombre real sino el que me pusieron los cazadores. Bueno el que ellos creen que es. Sé que es arriesgado pero no importa la verdad. Eso duro muy poco porque me arto, no sé qué sea, pero el hecho de que me llame Scarlet me molesta mucho así que la calle.
—Está bien estoy harta de escuchar ese nombre salir de tú boca. Llámame Rory, por favor—me miro incrédula.
—Tú me los diste por eso te llamo de esa forma, ¿si no te gusta por qué me mientes?—siendo honesta jamás me había molestado tanto que me llamen por ese nombre, pero, por alguna razón escucharlo de ella me da repulsión. Estoy perdiendo la cabeza.
De la nada tomo mi mano y seguimos caminando, he estado en esta parte del bosque y es un poco espeluznante, la naturaleza es increíble a la hora de defenderse de los depredadores.
—¿Por qué parece como si fueras a sacrificarme para los dioses?—dijo asustada pegando su cuerpo a mi brazo.
—Aunque quisiera, los dioses no te aceptarían como sacrificio—me burle de ella. Me cae bien, le trae paz a mi destrozado corazón.
—¿Debería sentirme ofendida? Porque así como me ves soy importante—respondió.
—¿Por qué eres la dueña del país y un princesa?—cuestione.
—No, por mi sangre y quien es mi familia— habló y no sé a qué se refiere. ¿Quién es ella?
Pare un poco a observar alrededor, por alguna razón siento que no estamos solas pero no vi, ni siento nada. Llegue a la cueva, no se ve como una. Gracias a la barrera luce más como un puñado de tierra dispareja, es una suerte que la haya podido encontrar. Me acerque y la sentí un poco débil.
Mi acompañante también se acercó y no entiende lo que estoy haciendo. Pregunto y sin importar que, le comente que no debía decirle a nadie lo que vería a continuación.
—Hak—la barrera de protección desapareció en mi mano y su sorpresa fue grande. Entre en cuestión de segundos, dentro había un poco de luces flotando en el aire, estoy segura de que él trato de hacerlas para calmar a Sunny.
Los encontré al final, la niña estaba dormida abrazando su peluche en cuanto al niño está a su costado cuidándola. Soy la pero persona del mundo por permitir que me alejaran tantos días.
—Malec—lo llame con una voz suave. Levanto su mirada y sus ojos comenzaron a ponerse llorosos, se levantó en cuestión de segundos y corrió a mí.
—Rory—me llamo llorando. Volví a sentirme la peor persona del mundo. Flexione las piernas en cuclillas y lo abrace muy fuerte. De repente toco, mi cara brazos, pecho asegurándose de si estaba allí con él—creí que te habían matado—limpié las lágrimas de sus ojitos con mis pulgares.
—Estoy bien amor, tuve un pequeño problemita pero ya estoy aquí. Cariño necesitamos irnos ya, ve por tus cosas y las de la bebé, ¿sí?—asintió para ver hacia atrás. Por segundos la había olvidado y la miro con desconfianza. —Es mi amiga, se llama Catlín y me ayudo a venir aquí. ¿Por qué no la saludas mientras te ayuda con tus cosas?
Fui por la bebé mientras ellos hablaban un poco, vi como había bajado a la altura de él y lo saludaba con lágrimas en los ojos, ¿por qué?
—Princesita, es hora de levantarse—la llame tocando su carita. Se movió un poco y comenzó a abrir sus ojitos hermosos. Me vio uno segundo y luego empezó a llorar a mares.
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Scarlet
FantasyUnas alas. El tesoro más valioso entre los reinos caminantes. Un reino próspero. Una nueva reina. Un poder único. Una belleza inalcanzable. Recuerda que los primeros, siempre son dos. Recuerda que todo está vinculado. No puedes huir del dest...