Nadie dijo nada, todo quedó en silencio y pude escuchar cómo pasa saliva desesperado. Sé que no es una mala persona, en el fondo es su personalidad y le gusta molestar a los demás.
No tengo nada más que decir, ya no me siento tan piadosa. Cooperativa.
—Por eso a veces Malec pelea con Sunny y la hace renegar. Tal vez cuando crezca ni siquiera pueda recordar el rostro de mamá— dije. —La ecuación es sencilla Catlín. Soy un hada del fuego las cuales no existen, no hay otra como yo. El tamaño de las alas y su hermosura es la cantidad de poder que tiene el portador. No sé exactamente qué es lo que quieren pero desean tener esa magia que poseo. Desde que descubrieron que tuve a Sunny se esforzaron el doble al igual que yo.
—Entiendo— fue lo único que dio.
No, no lo entiendes Catlín un probablemente no lo entiendas nunca. Tal vez no te deje entenderlo, ni te lo explique, todo eso quise gritarle.
—No puedo quédame mucho tiempo en un solo lugar. Llegue aquí solo par a estar cerca de los límites de esta manada, estoy harta de todo, al final una de la dos partes tendrá que rendirse— dije.
—¿Buscabas protección cerca de los límites de la manada?— pregunto Jackson.
—Algo así. Quiero que entiendas una cosa muy importante—hable claro y sin rodeos—jamás estarás por encima de ellos. Nunca te elegiré a ti.
— ¿Sabes que es lo que más me indigna? Que no te estés comiendo ese rollo de canela, postre especial que hace mi nana en raras ocasiones y solo nos dio uno porque todos eran para ti y los niños. ¡No dejo robare ese último!—soltó como si nada. Frustrado
Joder le conté un poco como fue mi vida y mi gran poder. Le acabo de decir que no es mi prioridad a pesar de que es mi alma eterna, ¿y él solo se indigna porque no comí el postre?
Me quede sin opciones.
Deslice el plato hasta su lugar para que pueda comerlo sin contratiempo, al fin y al cabo yo no lo haré.
—Si tanto lo quieres comételo— dije ya rendida.
— No puedo, mi nana fue especifica al decir que es tuyo, si se entera que lo comí habrá consecuencias muy lamentables y creme que no queremos eso—hablo y solo vi como los otros dos asienten a lo que dice.
—No voy a comerlo así que puedes hacerlo tú. Tranquilo, no le diré que te lo di—parece un niño chiquito.
Estuvimos cinco minutos debatiendo si se lo come o no, que difícil es esto joder.
—¿Oye estás bien? Tu mejilla izquierda se ve algo roja—dijo Catlín de pronto cortando nuestra pequeña discusión.
—Sí, no es nada— tome una esfera y la pegue a mi rostro sanando un poco las heridas en mis cachetes.
—Hago que los niños revisen la comida para que sepan identificar si algo no está bien. Nosotros ponemos saber si hay algo que no debamos consumir—le dije mientras ve destellos dorados caer en el postre—o lo comes o lo tiras Jackson, soy a alérgica a la miel cualquier contacto con ella me genera salpullido y puedo sufrir un ataque anafiláctico, por eso no comeré, Isobel lo entenderá.
El silencio que se apoderó del comedor recorrió mi columna vertebral, no reaccione cuando se levantó y tiro la jarra de agua a mi rostro y restregó una servilleta para limpiar.
—¿Qué te pasa imbécil?— trate de alejarme y no me dejó.
—Dejaste que los niños te besaran la cara y embarraran toda la miel en tu rostro. Por eso tiene las mejillas rojas— dijo con verdadera furia.

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Scarlet
FantasiUnas alas. El tesoro más valioso entre los reinos caminantes. Un reino próspero. Una nueva reina. Un poder único. Una belleza inalcanzable. Recuerda que los primeros, siempre son dos. Recuerda que todo está vinculado. No puedes huir del dest...