Capítulo 11

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Toda la noche no pude dormir, los niños lo hicieron de maravilla.

Autora se quejó un poco y aunque no haya despertado, al menos sé que está bien.

—Mami—la niña despertó llamándola, se acorruco cerca de su pecho y lloro. ¿Y ahora por qué llora?

Malec se despertó con el llanto, al final logre calmarla y convencer a ambo de bajar a desayunar algo. La forma en la que se niegan a dejarla me sorprende bastante.

Mi nana les preparo huevo revuelto, panes con mantequilla y comieron muy apenas.

Llame a Jacob para que trajera todo lo que le les mandé comprar.

—Les tengo un regalo—anuncie. La más pequeña si mostró interés. El niño no.

—Debemos volver— volteo hacia la entrada.

—No te preocupes Malec, nos repartiremos para ir a verla, primero me toca a mí—dijo Catlín de pronto tomando varios panes con mantequilla. Beso su cabeza y se retiró.

Sigo creyendo que la secuestraron y cambiaron por otra. Anda muy rara.
El brujo llego al comedor y empezó a dejar todos los juguetes. Hay aproximadamente quince para cada uno.

—Los verdes y azules son tuyos Malec y los rosas y amarillos de Sunny—Chillo feliz corriendo hacia la pila, procedió a romper la mayor cantidad de empaques, incluso algunos del niño.

—¿Y eso?—pregunto Sacc.

—Bueno si va a ser mi hija—corregí mi respuesta— si van a ser mis hijos tengo todo el derecho de llenarlos de regalos, ¿no?—dije.

—SÍÍÍ. En esta familia amamos malcriar niños—dijo feliz. ¿Disculpa? Se acercó para ayudarles a abrirlos.

Terminaron con todos los regalos y los alentamos a salir al patio para jugar, el pequeño realmente está mostrando resistencia. La niña se acercó para que le ayudara abrir una muñeca. Es demasiado bonita, sus ojos hipnotizan.

Catlín regreso y explico a Malec el pronóstico, al final ella sí pudo convencerlos de salir a jugar un poco.

Tuve que retirarme al despacho para arreglar algunos papeles, me encantaría delegar algunas responsabilidades pero no puedo y sé que a aquel ángel no le interesa mucho o bueno parece más preocupada por esos dos niños. No la entiendo.

Prometí qué en una hora vendría por ellos para volver a la habitación. Papel tras papel y Jacob no me deja en paz.

—Te estás pasando— solté un gruñido.

—Es tu trabajo Jackson, trato de quitarte la mayor carga posible pero no puedo hacer todo— dijo cansado.

Siendo honesto él y Zela ayuda bastante y si estoy agradecido. Me disculpe, terminé todo sin importar cuanto tarde. Encontré a Sacc en el pasillo.

—Los niños siguen con mi esposa. Rory está despierta pero se ve muy pálida, hable un poco con ella y dijo que son sus alas ha estado mucho tiempo sin sacarlas por eso tiene fiebre— se tomaron enserio lo del ir y ver si está bien. — No creo conveniente que los niños la vean en ese estado. Veré si puedo convencerlos de quedarse con nosotros.

Se alejó, camine un poco hacia la habitación. Debo primero contemplar las opciones para que los niños no sufran y yo tampoco.

—¡¡Jackson!! — grito Isobel. Tomo mi mano para echarse a correr por el pasillo, ¿que le sucede? —están las paredes llenas de sangre. Intente entrar al baño y no responde.

¿Que?

Al entrar el olor de la sangre lastimo mi nariz. No es en todos las paredes y la cantidad no es mucha pero puede verse manchando el color de la pared. Toque la puerta del baño y no hubo respuesta.
Patee la manija lo más fuerte posible hasta hacerla caer, entre. Encontré un mar de sangre en el suelo y paredes.

ScarletDonde viven las historias. Descúbrelo ahora