Scarlet

Capítulo 8

Como tal paso una semana y yo todas las noches dormía como un tronco. El problema es que no descanso nada, por alguna razón sentí como duermo mejor cuando Jackson está en la habitación aunque eso no pasa mucho. Tiene demasiado trabajo.

Se queda en el sillón, otras veces hace a los niños para un lado y me abraza. Algunas mañanas al despertar lo hago entre sus brazos. Me hago la loca y él una vez que se despierta se va de mi lado.

Tremenda frustración.

Y ni siquiera sé porque me pasa todo esto.

El día de hoy tampoco fue relevante, todos comimos lo que Isobel había preparado. Se está esforzando muchísimo por consentir a los niños y a mí. Anteriormente le pedí una disculpa y alegó diciendo que no pasaba nada. Incluso me hizo el famoso postre qué tanto ama, pero al mío le puso mucha crema de avellanas en vez de miel.

Estaba delicioso.

No fue el mismo que con tanto ímpetu, Jackson presume, pero fue de los postres más deliciosos que he probado. Todo esto parece un sueño raro y estoy segura de que cuando despierte, la realidad terminará acabando conmigo.

A veces me la paso encerrada en esa habitación, siempre Sunny al lado. Malec por otro lado la mayoría del tiempo se va con Catlín y Sacc.

Hoy es una excepción rara, bañe a los niños y Jackson está en el sillón acercó una mesa y está revisando o leyendo algo. El niño está a su lado viendo lo que hace, mi hija está encima. Juega muy feliz con mi cabello.

Nadie dice nada, solo escucho en ocasiones hablar a aquellos dos y no se siente incómodo.

Creo que voy a enfermarme.

—Todo esto es importante, es parte del enorme trabajo y responsabilidad que tengo. Aunque puedes hacer más cosas—está explicándole algo a Malec. Mi hija se bajó de repente y solo vi como la carga y sienta en sus piernas sin perder la concentración de lo que dice.

Sus movimientos me hacen reconocer que se está acoplando demasiado bien a los niños. Sabe cómo cuidar a la pequeña.

Recosté la cabeza en el brazo izquierdo y la otra la deje sobre la cadera derecha. Observe hipnotizada como sonríen. Por primera vez se sienten seguros y eso no se los puedo quitar. Mi trabajo es protegerlos, cuidarlos, pero sobretodo amarlos.

Si pensarlo mucho caí rendida otra vez.

Jackson

Han sido unos días un poco tediosos, no podría calificarlos como difíciles pero si intensos. Aprendí que la pequeña es muy testaruda y sabe cómo chantajear, es demasiado lista para su edad.

Durante varias noches la he observado, no se parece en nada a Aurora. Molesta pensar que tiene una hija con otro. Pero no puedo hacer nada contra eso.

En todos estos días he recorrido a los niños a un lado de la enorme cama para poder abrazarla bien. Es la mejor sensación del mundo.

Olvidaba como se sentía eso.

Me dieron otra oportunidad.

Hoy iba a trabajar en el despacho pero como ellos están en la habitación decidí trasladarme.

Malec está muy pegado a mí viendo lo que hago, es muy listo para su edad, observa y analiza todo lo que ve y escucha. Es un milagro que sea tan bueno después de todo lo que les han hecho. Su corazón ese enorme. O eso dice Catlín ya que lo quiere mucho.

—Todo esto es importante, es parte del enorme trabajo y responsabilidad que tengo. Aunque puedes hacer más cosas—abrí otra aplicación de dibujo para que pudiera ver.