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Le terminó de dar el biberón a su hermana más pequeña justo cuando escuchó la voz de su madre advirtiéndole en su idioma natal la llegada del transporte público, que pasaba casa por casa en busca de sus alumnos. En un abrir y cerrar de ojos, sentó en una silla a su hermana y a sus dos hermanos restantes los abrazó, recogiendo su mochila del sofá y saliendo rápidamente a entrar en el automóvil.

Una vez dentro, echó una mirada a cada asiento disponible, descubriendo solo miradas de curiosidad ante los rasgos soviéticos en su rostro, que para ella pasaron inadvertidas, divisando una pelirroja solitaria a la que decidió sentarse a su lado, siendo el único asiento disponible. Le sonrió, pero estando a punto de hablar, observó la cara amarga que poseía, y decidiendo que tampoco estaba tan necesitada, se giró hacia otro lado con el ceño fruncido.

—“¡Hey! ¿Tú también eres tímida, chica?” —Habló sonriente un rubio, que se apoyó en su asiento justo detrás de ella.

Se giró un poco, apartando un mechón de su pelo detrás de su oreja, sin intenciones de arruinar el maquillaje tan bonito con el que había llegado.

—“¿Tímida? No creo, aunque no sé.” —Habló con un acento de fuera del país, sonriendo brevemente. —“Soy nueva, así que no conozco a nadie.

—“Yo también.” —Sin dejar de sonreír, se señaló a sí mismo. —“Soy Aiden, y él es mi primo Ben, somos de Virginia ¿Y tú?

—“Soy de una ciudad de Rusia llamada Astracán, aunque no sé si sepas dónde está.” —Inflando su pecho con algo parecido a orgullo, le sonrió mostrando los dientes. —“Me cuesta un poco el idioma, pero supongo que es solo práctica.

Empezaron a entablar una conversación, simplemente por aburrimiento, hasta que llegaron y se iba a marchar por su cuenta, a investigar la escuela y espiar a los profesores, pero por lo visto el rubio era muy «divertido» y no planeaba dejarlas salir de ahí, ni siquiera a la pelirroja, incómoda.

Una vez Aiden, o así se hacía llamar, iba a pasar a dirección y se giró para mirar, la pelirroja se dio a la fuga, siendo seguida por una castaña curiosa del comportamiento antisocial que había presentado. Escuchó la respiración entrecortada de la adolescente a su lado estando en la esquina, que cuando se giró a irse se asustó al verla.

—“¡Hola!” —Decidió ignorar la cara de vinagre de la contraria para seguir hablando, que ciertamente empezaba a enfadarla a ella también. —“Entiendo que no te interesen las amistades, pero soy nueva y no se me da tan bien socializar, el chico ese estaba muy loquito así que para mí no entra ni como ser humano.” —Soltó una pequeña risa para que el ambiente no fuera tan tenso, y entonces le tendió la mano. —“Soy Alice Magomedova, aunque no pasa nada si no te acuerdas de mi apellido, ¿Y tú?

—“Ashlyn Banner.” —Le correspondió a su saludo, apartando la mano lo antes posible.

—“Siento las molestias.” —Habló sonriente mientras se estiraba, estando satisfecha. —“Un gusto, espero que hablemos.” —Despidiéndose con la mano sin esperar que se lo devolviese, fue a paso tranquilo a la oficina nuevamente, pues decidió que era más interesante conocer a sus nuevos compañeros.

Una vez los horarios en mano, empezó a compararlos con los de los dos primos, que estaban junto a ella al ser los tres nuevos.

—“Es una lástima que no pudiera ser del club de ‘teatr’ y de astrologiya a la vez, pero supongo que con uno es suficiente.” —Sin poder recordar bien dos de las palabras de la frase tan simple que había tratado de formular sin triunfo, empezó a asomar su cabeza para ver en qué club estaban ellos dos. —“¿No tenéis clubs?” —Al ver como negaron a la vez, se ofendió levemente. —“Entonces, solamente os aburriréis.” —Suspiró de mala gana, sin estar convencida de sí esos dos eran tan interesantes como en un principio parecían.

𝐀𝐑𝐌𝐘 𝐃𝐑𝐄𝐀𝐌𝐄𝐑𝐒; 𝘈𝘪𝘥𝘦𝘯 ⎯⎯ School Bus GraveyardDonde viven las historias. Descúbrelo ahora