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Sí, gracias, sigo viva y casi intacta, un placer.” —Respondió con ironía, sonriendo.

Se sentía extrañamente liviana después de liberar tanto peso, así que al encontrar con la mirada a los dos primos intactos, sonriendo corrió a su encuentro, lanzándose a abrazarlos.

—“Los primeros en hacer las cosas mal, fuisteis vosotros. Os voy a pegar una paliza.” —Amenazó, sin separarse un milímetro del abrazo. —“Lo siento. —Murmuró de manera que solo ellos dos escucharan y entendieran.

Al separarse, volvió a acabar en los brazos del rubio, pero esta vez parecía que el tiempo se detenía para darle la palabra a la mujer de corazón sensible.

—“Perdón por tratarte tan mal el otro día.” —Se aferró más a él, recordando cuando por un momento consideró que él moriría y no lo vería nunca más.

—“No te preocupes, yo también siento haberme metido en tus cosas.” —Entonces, por la breve separación, sintió su perfilada mirada chocar con brutalidad en sus ojos, que siempre habían sido acompañados por ojeras. —“Pero eres muy misteriosa... Es decir, llegaste de la nada y todo lo que se sabe de tu antiguo país es que era pobre, igual que tú.” —Con los deberes hechos, pareció pensar en un par de cosas más antes de verse interrumpido.

—“Te contaré lo que yo quiera, cuando a me de la gana. Lamento cómo te lo dije y las formas que utilicé, pero el punto sigue siendo el mismo. Contrólate, o lo poco que averigües será lo único que sepas.” —Antes de que él siguiera sin hacerle caso, decidió advertirle con su voz fría y rasposa de las consecuencias de atar más cabos de los necesarios.

Un asentimiento bastó para que con un suspiro su cara se alegrara y corriera a ver a las dos únicas mujeres que no eran de su entorno familiar con las que se llevaba bien.

—“¡¿Os podéis creer que un hombre tal vez se comporte como es debido?! ¡Eso sí es extraño, y no los estúpidos fantasmas!” —Con el ambiente nuevamente amistoso, una pelea que como de costumbre no llegó ni a considerarse seria se desató.

La actitud burlona de Alice no era para nada coordinada con la personalidad tensa de Tyler, pero reconocían que el poco control de las emociones y el lado poco previsible los hacía ver parecidos, así que una leve muestra de comprensión hacía que las espadas afiladad que ambos mentalmente conocían no se cruzaran en lucha como manera de respeto. Se odiaban pero con respeto, simplificando.

Llegado el almuerzo, trataron de permanecer estáticos ante la situación, pero tarde o temprano salió el tema y por lo tanto, los planes y teorías ¿Qué pasaba si cada noche morían e iban al mundo entre la vida y la muerte? Decidieron que especular no serviría de nada cuando por un momento creyeron que esa era la respuesta, así que lo reemplazaron con planes.

—“Deberíamos volver a Savannah, parece ser el núcleo de todo.” —El silencio reinó en la mesa, ajenos a todo el sonido que los rodeaba.

No llevaban apenas unos días saliendo de misiones como para hacer algo tan irresponsable.

—“¿Pero qué clase de estupidez es esa? ¿Tú qué quieres?, ¿que unos fantasmas nos conviertan en Щи¹?

¹: shchi la sopa más típica.

—“¡¿Y tú qué propones?!” —Se alteró, como era costumbre.

—“Averigüar los límites del otro mundo, en primer lugar. Es como empezar una parábola con la tabla de valores, no tiene sentido.” —Mientras hacía una referencia a la última clase de matemáticas, sonreía sarcásticamente, dando un bocado a su bocadillo.

𝐀𝐑𝐌𝐘 𝐃𝐑𝐄𝐀𝐌𝐄𝐑𝐒; 𝘈𝘪𝘥𝘦𝘯 ⎯⎯ School Bus GraveyardDonde viven las historias. Descúbrelo ahora