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Llegada la noche, decidieron planear qué harían en un futuro, un poco como una discusión, pues no terminaban de coincidir en ninguna opción en concreto. Por el elevado sonido no notaron cuando un no tan agradable invitado se coló en el autobús junto a ellos, creando una situación en la que ninguno poseía armas a mano al estar colocadas ordenadamente en una caja de zapatos destapada que estratégicamente era colocada al lado de la puerta, aunque en ese instante no les convenía para nada.

En un rápido movimiento, decidieron ocultarse debajo de los asientos, pero el fantasma, que parecía ser bastante inteligente, se escondió para despistar y así conseguir su objetivo, dando como resultado que sujetara de sus dos largas y cuidadas trenzas a la pelirroja, amenazando con dañarla aún más todavía.

Todavía nadie había tenido tiempo de recapacitar lo que estaba sucediendo, solo sabían que había un indeseado en su casa, lo cual los hacía pensar que tenían la ventaja al conocer el territorio.

Alice se lanzó a la caja de armas, lanzándole una a Ashlyn, aunque ya no hacía falta al haberle hecho ella una llave que a todos sorprendió. Para cuando lanzó el arma, quedó en el suelo, siendo vista por el fantasma. Antes de que ninguno se diera cuenta, trató de tomarla al entender que podría ser más mortífero con eso, pero el arma, al ser de metal, reflejó los pocos rayos que quedaban, causando quemaduras exageradas en su piel.

Dado a las quemaduras, pudieron apartar a Ashlyn del camino de aquel ser, también dando tiempo a que a Aiden se le ocurriera un plan. Lo sujetó de su muñeca, tirándose de espaldas contra un asiento cercano y empujando con los pies, la cabeza del monstruo fuera, ordenando al instante cerrar dicha ventana y encender las luces.

Como último instinto de supervivencia, consiguió liberar uno de los largos e inhumanos brazos, que con fácil agilidad demostró qué tan afiladas podían llegar a ser sus garras, arañando de gravedad todo el torso de Logan. Con el brazo libre, iba a ser más fácil herir también al rubio que lo sostenía para así terminar de liberarse del agarre, cada vez más flojo, de la ventana, pero justo cuando ya tenía la garra en su nuca, a milímetros de su desnuda y delgada piel, tan frágil como la vida misma, su cuello fue cortado en dos.

—“Tenía más ganas de las que creía de hacer eso.” —Suspiró, aun con el hacha agarrada de las dos manos, cual carnicero.

Aiden, sin decir nada, soltó el cadáver que cargaba en brazos, separándose por unos cuantos pasos largos que dieron cono resultado que su espalda chocara con el metal frío y sucio del autobús, y así se dio cuenta de que de su nuca, el lado más sensible del cuerpo humano, se desprendía un hilo cargado de sangre que lo mareaba. Disimuló como pudo, pero al ponerse de pie y agarrar con una de las manos esa parte del cuello, los mareos aumentaron.

Ahora mismo, el autobús se encontraba más que despierto pese a las horas en las que sucedían los hechos, al estar entre asustados y emocionados por todo lo que sucedía. Se encontraban agachados a la altura de Logan, que temblaba y lloraba por el dolor tan intenso que sentía recorrer en cada centímetro de su cuerpo.

—“¿Es tan malo?” —Preguntó con duda, tragando fuerte al ver como todos, sin excepciones, apartaban la mirada.

Cerró los ojos, deseando, implorando, casi suplicando en su cabeza que el dolor se detuviera, aunque en medio de tanto susurro un golpe se escuchó.

—“¡Aiden!” —Alice estaba sumamente manchada de un líquido negro, que parecía ser el material del que estaban hechos los fantasmas, pero eso no parecía molestarla mucho.

Se agachó rápidamente a su lado, sujetando su cabeza en sus muslos mientras comprobaba que aún respiraba, pero estaba desmayado. Los primos instantes, se asustó, sintiendo la sangre correr, aunque no fuera mucha. Se giró para ver a sus amigos creyendo que así encontraría mágicamente la respuesta, o que alguno sabría qué hacer, pero todos parecían estar saturados y sorprendidos por igual.

𝐀𝐑𝐌𝐘 𝐃𝐑𝐄𝐀𝐌𝐄𝐑𝐒; 𝘈𝘪𝘥𝘦𝘯 ⎯⎯ School Bus GraveyardDonde viven las historias. Descúbrelo ahora