La montaña de la lujuria

Sincerarnos

Llegó el momento de expresarnos,
de hablarnos, de sincerarnos,
de que a la cara las verdades
tengamos que soltarnos.

Tu novio que salga del armario,
compara cómo él y yo te tocamos,
no pierdas el tiempo, no es necesario,
ni tampoco mis disculpas por el comentario.

Desde que estás con él le llevo odiando,
porque tiene él y no yo lo más preciado,
que sin dudarlo eres tú,
que te tengo solo si es brincando.

Donde yo esté tú me llamas
y yo corro hacia tu cama,
porque amo cómo me matas
y lo que te hago tú lo amas.

Y no como a él,
porque me quieres siempre en tu cama,
para que te destroze
o me deshaga en tu garganta.

Una diabla malvada tú eres,
una diabla que por mí muere,
una diabla que me controla
para que estando yo dentro me manejes.

Aunque seas peligrosa
yo quiero sincerarme
y de lo que quiero hacer hablarte
para que brinques como loca.

Feliz yo te hago, sé sincera,
porque te hago olvidarte de tu novio,
de que ni le importes ni te quiera,
porque a alguien tienes, soy ese otro.

Porque si vamos a sincerarnos,
yo estoy dispuesto a volverte loca,
a besarte y fundirme en tu boca,
en el momento en que lleguemos al orgasmo.