Locos inquietos

1 0 0
                                    

Somos ella y yo dos locos
que a por algo más fuimos,
que a matarnos volvimos,
a terminar haciendo de todo.

Porque empezamos en esa montaña,
aquella montaña de lujuria
en la que nos atrapó la lluvia;
ahora esto termina en la playa.

Ya estamos en verano,
es veintiséis de junio,
largo día tenemos planeado;
en grupo a la playa escaparnos.

Me invitaron dos amigas
a entre la arena y el mar
juntos reírnos, echar el día
y más lo que pueda pasar.

Ya he hablado de una de ellas,
hablemos de la otra,
también del sexo es una diosa;
a ambas pude poseerlas.

Las poseyó el demonio que en mí creció
con todo lo que en mi vida pasó;
no fue nada ahora relevante
pero justo hoy hace seis años ocurrió.

No queríamos nada serio,
solo divertirnos con este tiempo;
somos tres locos muy inquietos
y nos encanta entre nosotros tener sexo.

Ay, si todo contara,
si dijera lo que ocurrió hace semanas,
justamente también en la misma playa.
Esta vez pasaría con ambas.

Pensar en esto también es locura,
pues pensando que venimos
de aquella montaña de lujuria,
resulta que vamos a la playa de calentura.

La montaña de la lujuriaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora