La montaña de la lujuria

Me grita

Cómo me gusta empezar
la acción con ella en la cama;
cómo goza, cómo disfruta,
cuanto se nota que me ama.

Es que me aloca cuando me grita
cuando entro y salgo de sus piernas,
como adentrarme entre las tinieblas
de una noche cerrada, haciéndola mía.

Con sus nalgas me excita,
cuando acaricio sus pechos,
cuando con fuerza arremeto,
desgasta mi nombre cuando me grita.

Yo también el suyo digo
cuando está sentada encima,
rebotando y soltando tan fuertes gemidos;
nos matamos, le grito y me grita.

Qué placer hacer con ella maldades
en la cama todo el día y toda la noche,
dejándome ser su amado hombre,
con el que hace tan sucias barbaridades.

Solamente con ella choco
a diario en mi cama entra
para excitarme cuando me grita
haciéndome que salir de su cuerpo no quiera.

Lo hacemos hasta en el baño,
mientras el agua cae en nuestros cuerpos,
totalmente desnudos y mojados
mejor se siente cuando ella me tiene dentro.

Porque es ella la que se excita
y desgasta mi nombre cuando me grita,
gimiendo conmigo dentro todo el día
y diciéndome siempre que ella es solo mía.