¿Cómo estás, Steven? | Stevnel

21

––Wow… ––Steven miraba sorprendido el pasto en sus pies. Estaba decorado con bastantes flores y en las paredes habían enredaderas de rosas. Spinel apareció a su lado, y el portal se cerró, dejando solo más vegetación a la vista.

––Bienvenido al reino de tu mamá. ––Levantó sus manos. ––Sigamos.

––¿Por dónde iremos? ––Le preguntó Steven, caminando con Spinel por el lugar.

––Primero tenemos que pasar por los jardines. Ahí nos llevará al zoológico, al lado de su lugar del trono y ahí llegaremos a las catacumbas. Después de ahí tendremos que pasar por los reinos de Blue Blood y de Yellow Lemon.

––Pero cuando fue tu juicio, fuimos directamente al reino de White Light. ––Spinel negó ante lo que dijo Steven.

––Son atajos que solo algunos demonios pueden hacer: por ejemplo, los guardianes de las catacumbas. ––Steven bajó la mirada, recordando a la tarántula morada que cuidaba esos lugares de mármol.

––¿Nos encontraremos con Lapis Lázuli?

––Solo si aún no le hicieron su juicio. ––Spinel mordió su labio inferior, aguantando la risa. ––Lleva esperando siglos por su juicio. Creo que se olvidaron de ella.

––¿Hay muchos juicios pendientes?

––Demasiados.

––Pero no vi a nadie más en las catacumbas ––cuestionó Steven. Spinel ni siquiera lo miró.

––Creo que no viste bien. ––Se encogió de hombros. Steven miró al suelo pensativo, estaba seguro que solo estaban Lapislázuli y él. ––Hay algunos que simplemente vuelven a su cargo sin recuerdos o que son eliminadas por Yellow Lemon.

––Creí que la que se encargaba de las ejecuciones era White Light. ––Spinel negó.

––¿Crees que un ser todo poderoso como White Light gastaría su tiempo por demonios que solo hicieron fallas sin importancia?

––No ––respondió Steven y se detuvo al encontrarse con una puerta enorme. Spinel lo miró y le sonrió.

––Exacto. ––Empujó la puerta y entró a los jardines. Allí Steven observó alrededor. Ese lugar… Aquí estuvieron en su sueño. Aquí se vio con Pinky Promise. ––¿Estás bien? ––Steven asintió levemente.

––Ya estuve aquí ––comentó. Spinel entreabrió los labios y caminó entre las esculturas.

––Aquí es donde Pinky Promise hace sus tratos con humanos.

––Se aparece en sueños ––agregó Steven. Spinel lo miró de reojo y asintió.

––Sabes mucho.

––Tú también solo para ser una parca. ––Spinel soltó una carcajada.

––Touché. Lamento decir que estuve por aquí. Las parcas cuando son humanas se comunican con Pinky Promise.

––¿Y el resto de lugares? ¿Los conoces? ––Spinel se encogió de hombros.

––El zoológico lo vi desde afuera cuando iba a la sala del trono de Pinky Promise.

––¿Y qué animales hay dentro del zoológico? ––Spinel rió ante su pregunta.

––Humanos. ––Steven miró las macetas que habían a los laterales de las esculturas de mármol. ¿Vería a su padre de nuevo? Esperaba que no. Su corazón se partía cada que lo veía sumiso por culpa de Pinky Promise. ––Ey, no te pongas triste. No entraremos. Por suerte hay un camino directo al trono de Pinky.