¿Cómo estás, Steven? | Stevnel

22

Steven aún estaba intranquilo por la sala del trono. Respiraba agitado y miraba aún los cristales que adornaban la cueva. Spinel caminaba frente a él con determinación.

––¿Y la mazmorra?

––Admito que no lo sé, antes estaba en el reino de Pinky Promise. Capaz lo pusieron en un lugar más central para que abarque todos los reinos ––teorizó.

––Yo… ¿Cómo son las salas del trono de Blue Blood y Yellow Lemon? ––Jugó con sus manos.

––No lo sé. Nunca estuve aquí.

––¿Entonces? ¿Cómo sabes a dónde vamos?

––No suelen haber tantos caminos, Steven. O eso quiero creer. ––Se detuvo al encontrarse cómo la cueva se dividía en dos caminos. ––Mierda. ––Miró a los lados y mordió su labio inferior.

––¿Por dónde vamos, Spinel?

––Yo… No sé. ––Admitió. Ambos caminos estaban iluminados por los cristales que había en la cueva, pero no quitaba el hecho que desorientaban. ––Quizá podemos encontrarnos con alguien. Eso estaría bien.

––No sé, ¿No nos harán daño? ––Ella se encogió de hombros.

––No tenemos mucho que perder.

––Nuestra vida. ––Spinel lo miró de reojo y ella suspiró.

––La tuya querrás decir ––balbuceó por lo bajo Spinel y comenzó a caminar por un camino. Steven la siguió de cerca pero se mantenía detrás de ella.

––¿Cómo sabes que es este camino?

––No lo sé.

––¿Entonces por qué lo elegiste?

––Steven, por favor, cállate. Deja tu ansiedad que me estás jodiendo. ––Se detuvo frente a una puerta. Ella frunció el ceño y leyó las letras que decoraban la puerta: “Catacumbas”. ––¿Qué? ¿Seguimos en el territorio de Pinky Promise? ––Miró alrededor.

––¿Qué pasa? ––preguntó Steven colocándose a su lado.

––Las mazmorras son parte de Pinky, ¿Por qué Blue Blood tendría una?

––¿No que ella se encargaba de la tortura? ––Spinel lo miró fijamente y luego nuevamente a la puerta.

––Capaz… Puede ser que hayan mudado las mazmorras hacia aquí. Las parcas no se encargan de torturar, así que tiene sentido que sea territorio de Blue Blood. ––Empujó la puerta y se abrió.

Cuando entraron, la cueva se extendió a algo parecido a una oficina. Allí estaba un mostrador con la tarántula morada anotando unas cosas. Spinel se acercó al mostrador, acompañado de Steven.

––Buenas… ––saludó Spinel, aunque se irritó al no recibir la atención de la tarántula. ––… Dije “buen––––

––¿Qué necesitas? ––preguntó la criatura con múltiples ojos en las hojas.

––… ¿En dónde estamos?

––En las catacumbas.

––Eso ya sé, ¿Pero qué reino es?

––El de Blue Blood.

––¿Las mazmorras no eran parte de Pinky Promise? ––cuestionó Spinel. La tarántula la miró con sus múltiples ojos.

––¿Quién es la que se encarga de la tortura? ––le cuestionó esta vez la tarántula.

––Touché ––contestó Steven.