♡•°𝑹𝒆𝒂𝒍𝒔 𝑫𝒓𝒆𝒂𝒎𝒔°•♡ (𝐌𝐚𝐭𝐭 𝐱 𝐌𝐞𝐥𝐥𝐨)

𝟭𝟳

[Matt]

Después de mi charla con Mello estaba decidido a empezar a hacer las cosas bien, así que en el instituto empecé a acercarme a veces a hablar con Mello, al inicio era bastante extraño, hacía dos meses que no hablabamos en clase, pero poco a poco fuimos recuperando la confianza que teniamos.

Había decidido invitar a Mello a ir conmigo a una heladería esta tarde, estuve mucho tiempo pensando donde llevarlo en nuestra primera... ¿Quedada de amigos? Para mí se sentía más como una cita, pero para él quizás solo sea dar una vuelta con un amigo.

Estabamos en el recreo y como siempre Mello y yo nos quedamos en clase porque odiabamos ir a la cafetería con el resto de alumnos, y mientras encendía un cigarrillo lo miré y le sonreí.

– Oye, ¿Tienes algo que hacer esta tarde?

– Pues, creo que no, ¿Por? – Dijo mientras se sentaba en la silla que había frente a mí.

– Pues, me gustaría invitarte a dar una vuelta, quiero ir a una heladería que hay cerca de aquí, ponen helados para dos que son gigantes – Vi su expresión cuando le dije eso y me retracté – Aunque a ver, también hay individuales, puedes elegir lo que quieras.

– Matt, no soy idiota – Le vi reir y me contagió a mi también, Mello dejó a un lado su desayuno (Chocolate) y se acercó a mí – Yo también quiero compartir un helado contigo – Me dijo con una media sonrisa en su rostro y se alejó.

A decir verdad, estoy con toda mi mente puesta en esto, pero hay momentos como este en el que me encantaría dejar a un lado el autocontrol que estoy intentando tener y lanzarme a por Mello. Pero no lo voy a hacer, porque no voy a cagarla otra vez.

– Bien, pues vamos después de clases, salimos juntos – Dije convencido a lo que Mello solo asintió y justo después sonó el timbre que indicaba el final del recreo.

Apagué el cigarrillo (el cual terminé tirando por la ventana) y me preparé para aguantar otras 3 horas de clases infernales.

(•••)

Una vez terminadas las clases, recogí todo, lo metí en mi mochila y me acerqué a la mesa de Mello. Esperé a que él terminara también y salimos juntos fuera del insti. Vi a Beyond y le expliqué la situación y me dijo que él se iría solo, que disfrutaramos de la "cita" Palabra la cual creí que a Mello le molestaría pero no, no dijo nada.

Caminamos unos 15 minutos mientras solo nos quejábamos de las clases que habíamos tenido y una vez llegamos nos sentamos fuera, hacía un poco de frío aun, pero al sol se estaba perfecto. Decidí invitarle a helado a la hora de comer porque sé lo poco que come Mello, a excepción del chocolate, y aunque esto no es lo más sano del mundo, almenos son artesanos y podría cambiar de comida de vez en cuando.

– Vale, voy yo a pedirlo, ¿Qué sabores quieres? Se pueden pedir tres diferentes en el de parejas, te los dejo elegir a ti – Sonreí y le dejé ver la carta que me había pasado una camarera.

– Pues, espera que miro – Lo miré leer concentrado las combinaciones y los sabores de los helados y mientras él leía yo solo me lo quedaba mirando embobado. Mello es precioso de verdad – Ya lo tengo, quiero fresa, frambuesa y...

– Sí, chocolate, lo sé – Me sonrió y dios, esque adoro esa sonrisa, y sí, ultimamente cualquier cosa que hace Mello me encantaba, creo que nunca me fijé tanto en los detalles de alguien – Bien, voy a pedirlo.

Caminé hacia dentro de la heladería y pedí el helado, tenía que ponerle un sirope cualquiera y elegí de chocolate, por razones obvias. Una vez me lo dieron cogí dos cucharas y fui a la mesa donde estábamos. Llegué, me senté y le pasé el helado a Mello, que lo miraba con demasiada fijación.

– Toma anda – Le di la cuchara – Extrenalo tú – Dije sonriendo. Mello tomó la cuchara y lo probó. Con solo verle la expresión sabía que había valido la pena venir aquí.

– Dios Matt, esto está riquísimo, me encanta – Siguió comiendo, pero esta vez dejó la tarrina en mitad de la mesa para que yo cogiera también, aunque a decir verdad a mi no me importaba coger helado o no, estaba más pendiente en mirar a Mello disfrutar él.

No puedo mentirme, miré a Mello demasiadas veces mientras comía, esque se le veía tan feliz con solo eso, por no decir lo bien que se veía mientras lamía la cuchara. Para Matt, para.

– ¿No vas a comer más? – Me preguntó al notar que no probaba más del helado, eso me hizo salir del trance y mirarlo.

– Eh, sí, esque me distraje con una cosa – Reí y volví a empezar a comer helado. Mientras comíamos ibamos hablando, a veces de cosas innecesarias, otras veces de nosotros, incluso salió el tema de conversación del día que fui a disculparme a su casa, pero todo salía con naturalidad, parecía que ya no habían problemas entre nosotros, y eso me hacía estar completamente feliz.

Cuando estabamos terminando de comer le dije a Mello que no quería más, porque sabía que él quería terminarselo, así que simplemente dejé mi cuchara a un lado y me puse a hacer lo que hago siempre frente a Mello. Mirarlo. De verdad parece que estoy loco, u obsesionado, pero no es así (Bueno en parte sí). Es que él lo hace todo tan perfecto, tan bonito, y tan... Bueno esta última palabra me la ahorro para quedar bien con mi propia mente.

Sabía que no podía decirle simplemente "Mello, me encanta como chupas la cuchara, o los ruiditos de felicidad que haces cuando coges del lado que tiene chocolate" Aunque me encantaría decírselo. Pero bueno, espero que llegue el momento en el que pueda decirselo, hasta ahora me conformaría solo con pensarlo.

Cuando Mello terminó de comer, fuimos de nuevo dentro y, después de mucho insistir en que invitaba yo, pagué el helado y salimos de allí, que con la tontería llevabamos casi 2 horas.

Mientras caminábamos hacía casa de Mello, porque decidí acompañarlo, no dijimos nada, simplemente caminabamos tranquilos, pero una vez llegamos a su casa Mello me habló...

– Lo he notado, Matt – Dijo a lo que yo le miré extrañado – He notado como me mirabas mientras hacía absolutamente cualquier cosa, y bueno, ni hablemos de cuando estaba comiendo helado de la cuchara – Mierda, si esque disimular se me da de pena.

– Perdón, pero te juro que no pensé en hacer nada, solo es que no lo podía evitar – De repente un latigazo de miedo recorrió mi cuerpo ¿No la había cagado tan rápido no?

– No te disculpes, Matt – Mello volvió a acercarse a mí, pero esta vez mucho más cerca, hasta llegar a mi oído – No te disculpes por mirarme de esa manera, ni por pensar en lo que te gustaría hacerme allí mismo. Me encanta – Una vez dijo eso se alejó de mí, se despidió y entró a su casa.

Yo me quedé unos segundos asimilando lo que me había dicho, hasta que terminé sonriendo de nuevo como un tonto, un tonto al que solo Mello le hace sonreir. De verdad, este chico iba a acabar conmigo.

《♡》

Minlu_02