𝒟ℯ𝓈𝒹ℯ 𝒶𝓆𝓊ℯ𝓁 𝒹𝒾𝒶－Blas Polidori

𝒞𝒶𝓅𝒾𝓉𝓊𝓁ℴ 𝒹ℴ𝒸ℯ－ 𝑔𝓇𝒶𝒸𝒾𝒶𝓈

Miré el cielo oscuro en espera de alguna estrella fugaz.

Me coloqué en la barandilla de la terraza para mejores vistas y Blas se puso a mi lado, repitiendo el gesto de mirar al cielo.

Noté como Blas se quitaba su abrigo, después de esto me lo puso por encima.

-No hace falta- contesté haciendo un intento de quitármelo.

-Tenés frío Ali, si hace falta- me lo volvió a acomodar y yo le sonreí en modo de agradecimiento.

Unos segundos después y llenos de un agradable y cómodo silencio, una estrella pasó.

Fue tan rápida que no pude apreciarla, pero por suerte después de esa vinieron muchas más y sonreí inconscientemente disfrutando del momento.

-¿Cuál es tu estrella favorita?- me preguntó Blas.

-En realidad no tengo ni idea sobre ellas- reí un poco- Solo sé que me gustan.

-Blas asintió soltando una risita nasal-

-¿Tu tienes alguna?

Pude ver de reojo como Blas giraba su cabeza para mirarme en silencio.
Después de unos segundos observándome contestó:

-Si, tengo algunas.

Giré mi cabeza para mirarlo y él ni si quiera disimuló en que me estaba observando.

Vi como sus ojos que miraban los míos bajaban de vez en cuando a mis labios.
No pude evitar relamerlos al sentirlos un poco secos.

Blas al ver mi gesto se acercó poco a poco y mis labios y los suyos quedaron a pocos centímetros.

Antes de que él pudiese acercarse más lo aparté poniendo mis manos en su torso.

-No Blas. No podemos.

-¿Por qué?

Me quedé callada y volvió a hablar.

-Ayer nos besamos ¿Por qué hoy no quieres?- preguntó mirándome a los ojos.

-No es que no quiera Blas.

-Te he escuchado antes. Le dijiste a Fran que solo fue un beso.

"Perfecto", ahora iba a quedar como si de verdad no me importase en lo absoluto.
Algo de mí me decía que dejase de pensar tonterías y lo besara, que no pensase en que todo esto se puede arruinar.
Pero no podía.

-¿No significó nada?- Me preguntó Blas con un poco de decepción al ver que no hablaba.

-Eh vosotros- oí como una voz masculina nos hablaba desde dentro.
Justo en la ventana que habíamos abierto para entrar en la terraza.

Me giré a verlo pero por la poca luz no podía verle muy bien, solo sabía que había alguien.

Blas ni se movió, solo me miraba a mí como si no le importase lo demás.
Esta vez había algo en sus ojos que nunca había visto.
Tenía la mirada perdida, como si estuviese pensando en muchas cosas a la vez.

-Está cerrado no podéis estar ahí, salir antes de que llame a seguridad- Volvió a hablar aquel hombre.

Miré a Blas una última vez y me puse a andar hacia la ventana, volví a subirla pero esta vez para entrar al local.
Él me siguió con lo mirada y cuando yo ya estaba dentro entonces se dispuso a entrar también.

-Lo siento- me disculpé con el hombre, aunque en realidad no quería pedirle disculpas a él.

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