Estaba terminando de tejer un nuevo sombrerito para uno de sus gatos así podía lucirlo este invierno.
Si bien este era el número veinte, a Minho le gustaba mucho hacerlos además de que pasaba el rato.
No solía salir mucho por no decir nada, a sus treinta y dos años trabajaba desde casa y vivía solo con sus tres gatos.
Le era muy difícil salir a la calle, saber que otras personas estarían a su alrededor pensando quien sabe qué, tener contacto físico y visual. No, lo detestaba. Prefería mil veces quedarse en su casa.
Tenía su vida organizada y le gustaba. Quizá no era lo mejor pero a él le hacía sentirse bien y con eso le bastaba.
No salía a hacer las compras, solía pedir todo por delivery. Tampoco salía a pasear o hacer cosas.
Mientras menos estuviera en el exterior más feliz sería.
Por eso solo se quedaba en su casa, no le veía nada malo, solo pensaba en su salud y bienestar.
—¿Te gusta?—Le hablo al menor de sus mininos, este se acercó al sombrerito de vaquita y lo olió para después irse—Creo que si—.
El sonido de un auto afuera le llamo la atención, no tardó en acercarse a la ventana para ver de quién se trataba.
Noto que un coche rojo se estacionó en la casa de enfrente que sabía estaba en venta.
¿Tendría vecinos nuevos? Pensó, ya temiendo lo peor.Rezaba porque solo fuera una vista y luego se irían, sus ya vecinos varias veces intentaron acercarse a él para saludar y saber si todo estaba bien pero el jamás salió a verles.
Vio como un chico de cabellos castaños bajaba del coche, saco una llave y abrió la puerta de la casa, después volvió al vehículo y saco un par de cajas.
No, no, no y no.
No podía estar pasando.
Aquel chico se estaba mudando. Minho sabía que la mayoría siempre suele presentarse a los vecinos así como lo habían echo con el antes.
Rogaba al cielo que nadie se acercara a su casa, la sola idea de tener que presentarse y quizá no caerle bien y hacer el ridículo lo ponía demasiado nervioso.
Su corazón comenzó a latir con rapidez, paso saliva y cerró las cortinas de la ventana para luego alejarse y sentarse en el suelo, lejos.
Uno de sus gatos se me acercó y le ronroneo, acariciándole con su cabecita.
—Estoy bien Dori, no pasa nada, nada malo va a pasar—Se dijo más a si mismo que al felino—.
Trato de controlar su respiración, inhalando para después exhalar con calma.
Una vez lo logro se levantó del suelo y fue a a cocina a por un vaso de agua.
A veces pensaba en que le gustaría no ser el.
Mientras bebia el sonido del timbre le hizo soltar el vaso y este termino roto en el suelo. Los vidrios esparcidos en todo el espacio.
Minho volvió a hiperventilar, se alejo con cuidado de no pisar nada y miro con terror la puerta.
—¿Hola? ¿Hay alguien?—.
Quería desaparecer.
Una propuesta diferente a lo que estoy acostumbrada, espero les guste<3
Brii
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𝙎𝙤𝙡𝙤 𝙏𝙪́ || 𝖬𝗂𝗇𝗌𝗎𝗇𝗀 [ᵒᵐᵉᵍᵃᵛᵉʳˢᵉ]
Fanfiction𝘔𝘪𝘯𝘩𝘰 𝘦𝘳𝘢 𝘶𝘯 𝘢𝘭𝘧𝘢 𝘦𝘭 𝘤𝘶𝘢𝘭 𝘷𝘪𝘷𝘪𝘢 𝘴𝘰𝘭𝘰 𝘺 𝘢𝘪𝘴𝘭𝘢𝘥𝘰 𝘥𝘦𝘭 𝘮𝘶𝘯𝘥𝘰 𝘦𝘹𝘵𝘦𝘳𝘪𝘰𝘳 𝘨𝘳𝘢𝘤𝘪𝘢𝘴 𝘢 𝘶𝘯 𝘵𝘳𝘢𝘴𝘵𝘰𝘳𝘯𝘰. 𝘑𝘪𝘴𝘶𝘯𝘨 𝘦𝘳𝘢 𝘰𝘮𝘦𝘨𝘢 𝘺 𝘯𝘶𝘦𝘷𝘰 𝘷𝘦𝘤𝘪𝘯𝘰 𝘥𝘦𝘭 𝘢𝘭𝘧𝘢, 𝘲𝘶𝘦 𝘵𝘢�...