𝙎𝙤𝙡𝙤 𝙏𝙪́ || 𝖬𝗂𝗇𝗌𝗎𝗇𝗀 [ᵒᵐᵉᵍᵃᵛᵉʳˢᵉ]

25- Promesa

Todos los días sin falta el niño de voz chillona iba a visitarle por las tardes cuando era encerrado en el cobertizo.

Porque si, le había puesto ese apodo.

Después de todo nunca se le dio por preguntarle cómo se llamaba, el niño tampoco le pregunto por su propio nombre así que no lo creyó necesario.

Dibujaban juntos, bueno, con la puerta de por medio. El más pequeño siempre le contaba sobre el afuera que el desconocía por estar en el orfanato, sobre su propia vida y a veces le contaba sobre caricaturas que había visto.

Minho se había acostumbrado a su presencia, le gustaba.

Así como también se acostumbro a estar solo cuando el pequeño se iba.

Los encierros eran tan seguidos y por tantas horas, que el pequeño ya lo había tomado como algo normal.

Para esas alturas el lobo de Minho ya debería haberse presentado pero este parecía haberse esfumado.

Como si le temiera a salir.

Minho no le puso mucho foco a eso, no le importaba.

Porque, alfa, omega o beta, nadie iba a querrerle de todos modos.

Eso era lo que los demás niños solían decirle.

Dolía. Claro que lo hacía.

No había un día que no llorara por tal pensamiento.

Días que luego fueron semanas, luego meses.

La única persona con la que se sentía bien estar, el pequeño de voz chillona, había dejado de visitarlo. Desapareciendo de la nada misma sin avisar absolutamente nada.

Lo había abandonado.

Lo había dejado solo.

¿Por qué había confiado en el? Después de todo solo era un niño de cuatro años recién cumplidos.

Minho no creyó que iba a llorar tanto por aquello.

La señora Ryujin, una de las cuidadoras, también se había ido.

Pero Minho no noto aquello, solo se sentía traicionado por el que creyó era su mejor amigo.

—Minho, debes salir de ahí cariño—.

—No quiero—.

—Anda es importante tesoro—.

—N-no quiero salir—.

—Pequeño te vinieron a adoptar... Irás con una familia—.

¿Familia?

¿Quién lo querría a el en una familia?

Se destapó apenas para poder ver a la señorita Chaewon, ella le sonrió.

—Una mamá, un papá y un hermano mayor te están esperando Minho—.