𝙎𝙤𝙡𝙤 𝙏𝙪́ || 𝖬𝗂𝗇𝗌𝗎𝗇𝗀 [ᵒᵐᵉᵍᵃᵛᵉʳˢᵉ]

40- Tres, cuatro, cinco

Ya habían pasado tres días desde que conoció a la familia de Jisung y ahora esperaba dibujando a que este termine de cambiarse para hacer su paseo de las tardes hasta la esquina y regresar.

Cuanto más a menudo lo hacían a Minho se le volvía algo cotidiano en su día a día, acostumbrándose cada vez un poco más a la idea de salir y caminar.

Luego de que el omega le había aceptado como su alfa Minho recupero bastante confianza, no sabía si era por la conexión entre los lobos o por el solo pensar que tenía a una persona maravillosa a su lado. Aquello le ayudaba bastante y calmaba un poco esos nervios que le llegaban de golpe.

—Ya estoy listo—Hablo entrando a la sala, Minho lo admiro. Estaba hermoso. Siempre lo estaba—.

—Ven—Dejo su cuaderno a un lado y extendió sus manos, Jisung no tardó en ir hasta el y sujetarse de sus hombros—Estas precioso—.

—Gracias alfa—Dejo un pequeño beso sobre sus labios—¿Vamos?—.

—Vamos—.

Ambos salieron de casa del omega para comenzar a caminar por la vereda como hacían todas las tardes.

Minho se engancho en el brazo del más bajo, ambos caminando pegaditos. Aquello lo hacía sentirse más seguro.

—Esta empezando a refrescar estos días—Hablo Jisung, Minho asintió—.

—Sera mí excusa perfecta para salir todo abrigado hasta que solo mis ojos se vean—Jisung negó con una sonrisa—.

—Pero así no podre besarte—.

—En casa puedes hacerlo todo lo que quieras—Respondio sin mucho problema, el omega lo miro con cierta sorpresa para después reírse—.

—Dios mio...—Caminaron un poco más y al llegar a la esquina se detuvieron—¿Tres pasitos más?—.

—Si—.

Y así lo hicieron, dieron tres pasos, no sin antes fijarse que ningún coche estuviera por pasar.

—Bueno, ¿Volv...—.

—Cuatro pasos... Más—Pidio, Jisung se sorprendió ante aquello pero asintió—Uno... Dos...—.

—Tres y cuatro—Contaron ambos, terminando de cruzar la calle, pasando a la siguiente cuadra—Muy bien Min—Le felicito ante su nuevo atrevimiento, el alfa se quedó mirando sus pies unos segundos—.

—¿Podemos... Cinco más?—.

—Hasta donde tu quieras Minho—.

El alfa asintio, volviendo a contar pero está vez cinco pasos más.

Miro hacia atrás, viendo que ya no veía su hogar. Paso saliva, quería llegar al menos hasta la siguiente cuadra y luego regresar.

Se aferró mejor al brazo del omega y continúo caminando en silencio, Jisung se encargó de mantenerse firme y seguirle el ritmo, pues, debido a los nervios del mayor iba un poco rápido.