16- Encuentro

264 49 71
                                    

Jisung estaba realmente sorprendido y asustado

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


Jisung estaba realmente sorprendido y asustado.

Jamás pensó que horas después de haber hablado con el alfa este llegaría hasta su puerta, tocaría el timbre y luego caería desmayado.

Como pudo lo cargo en sus brazos y lo entro a su casa, recostandolo en el sofa del living.

Iba a llevarlo a su propia casa pero Minho era demasiado pesado para el.

Una vez que logro recostarlo dejo la bolsa que había llevado el alfa a un lado.
Mentiría si dijera que no le daba curiosidad, quería ver de que se trataba.

—No Jisung no, resiste, no seas curioso—Se dijo a si mismo, sentándose en el sofa frente al mayor—.

Su lobo estaba más que contento, literalmente quería arrojarse sobre el alfa en total desesperación. A Jisung realmente le sorprendía.

—Dios... ¿Por qué me alteras tanto?—Murmuro, levantándose nuevamente y acercándose con cautela—.

Se arrodilló en el suelo, mirando cada faccion del mayor. Su mandíbula marcada, pestañas negras y largas, piel tersa sin ninguna imperfeccion. Un lunar en la nariz.

Bajo la mirada a aquellos labios entreabiertos, visiblemente suaves.

Podia ver apenas sus dientes delanteros, sonrió, se le hizo tierno.

Hasta que de golpe el alfa abrió sus ojos.

Jisung enseguida se alejó.

—Dónde...—Se sentó con cuidado, agarrando su cabeza—No es mí casa—Murmuro—.

El fuerte aroma que había estado volviendole loco esas últimas semanas llego de forma intensa a sus fosas nasales.

El olor era tan pero tan fuerte y embriagador que abrió los ojos en grande, su lobo se desesperó.
Sus pupilas se dilataron y sus iris tuvieron de repente un reflejo de un color verde claro.

Omega—.

Volteó y vio a Jisung viéndole con asombro gracias a la forma en la que le había llamado. Este abrió la boca para decir algo pero su lobo decidió tomar total control sobre el antes de que pudiera hacerlo.

Sus ojos tambien tuvieron un lindo reflejo, solo que estos eran azules.

Alfa—.

Ambos se quedaron viendo. El mayor no tardó en levantarse del todo y correr hasta el chico, abrazándose inmediatamente a el.

Omega, mí omega—.

El menor no tardó en corresponder su abrazo, sosteniéndole con fuerza.

A-ayudame—.

Estuvieron así un rato largo, solo abrazados, el omega acariciaba la espalda del alfa, buscando reconfortarle mientras que este dejaba caricias en su cintura. Ambos olían las feromonas del otro, ahora totalmente intensificadas al tenerse cerca.

Luego de unos minutos cayeron en lo que estaban haciendo y sus lados racionales volvieron. Sus lobos dejaron de tener el control y se alejaron de golpe.

—L-lo siento, no debi, ni siquiera tenía que venir, hice mal lo sé, me iré ahora—Hablo tan rápido que Jisung apenas pudo entenderle, Minho estaba a punto de irse pero el menor le sujeto del brazo—.

—Espera, Minho por favor, hablemos—.

—Jisung... No quiero que me odies, mí lobo se descontroló y...—.

—Ambos perdimos el control, no te sientas culpable... No te odio Minho—.

El mayor lo miro a los ojos, sintiéndose un poco más tranquilo. Jisung bajo el agarre hasta su mano, acariciando esta con cuidado. Minho se quedó quieto, aceptando aquellas caricias.

—¿Mejor?—.

El alfa asintió lentamente. Jisung le sonrió.

—No entiendo bien que es lo que ocurre con nuestros lobos pero... Creo que deberíamos hablar de eso luego—Minho volvió a asentir, Jisung lo llevo a sentarse en el sofa, el también lo hizo— Solo si tu quieres—.

—Si—Dijo sin dudar, se quedó viéndolo, su miraba bajo desde su rostro a su cuello descubierto, sin querer solo un pequeño gruñido, su lobo parecía querer volver—S-sera mejor que me vaya ahora, no quiero hacerte nada malo—.

—¿A qué te refieres? No lo harás, no me harás nada malo—.

—Jisung de verdad debo irme, solo te traje las galletas y... Algo más, espero que te gusten—.

—Estoy seguro de que me gustarán—.

—Bien...—Paso saliva cuando sintió sus colmillos picar, asustado de si mismo se alejo—D-de verdad me voy, lamento haber llegado de repente, te escribo luego—.

Y antes de que Jisung pueda decir otra cosa el mayor se fue enseguida, cerrando la puerta y corriendo a su casa.

Jisung sintió como su lobo se entristecía de golpe ante la ausencia del alfa. Tomo aquella bolsa y primero saco las galletas, yendo hasta al cocina y dejándolas sobre la mesa de esta.

Luego saco otra bolsa, encontrando allí un gorro tejido de color rosa con detalles bordados.

Junto a este había una notita.

"Espero que te guste, si no llega a ser así puedo tejerte otro sin problemas..."

Con cariño, Minho.

Jisung admiro aquel gorrito y sonrió, sus mejillas se sonrojaron e inevitablemente llevo aquel regalo a su nariz para olerle.

Estaba lleno de feromonas de Minho, al parecer felices.

Abrió los ojos en grande cuando sintió como comenzaba a generar su propio lubricante y este mojaba su ropa interior. Se sintió sumamente avergonzado, corrió a su habitación, dejo el gorro en la cama y fue enseguida al baño para cambiarse y tomar un supresor.

Era imposible, no podía ser que el olor del alfa causara que su celo se adelantara.

¿Verdad?

Con desespero busco la cajita donde guardaba los supresores, al encontrarla vio que esta estaba vacía.

Jisung tembló, sintió como su cuerpo comenzaba a calentarse, sus piernas le fallaban, el calor era tal que no soportaba ninguna prenda encima.

Y ni hablar del dolor que le generaba.

A-alfa...—Gimio bajo, yendo hacia la cama recostandose ya desnudo sobre esta y aferrandose a las sábanas—M-mi alfa—Tomo el gorro que Minho le había tejido y comenzó a olerlo, buscando calmarse con aquello pero no era suficiente—.

Estaba sumamente jodido.

Estaba sumamente jodido

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


Uy

𝙎𝙤𝙡𝙤 𝙏𝙪́ || 𝖬𝗂𝗇𝗌𝗎𝗇𝗀 [ᵒᵐᵉᵍᵃᵛᵉʳˢᵉ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora