𝙎𝙤𝙡𝙤 𝙏𝙪́ || 𝖬𝗂𝗇𝗌𝗎𝗇𝗀 [ᵒᵐᵉᵍᵃᵛᵉʳˢᵉ]

04- Un buen día

Tras una larga mañana de trabajo ya era medio día, Jisung volvia en su coche a su hogar.

Estaba hambriento, planeaba hacer un guiso, ya había comprado todos los ingredientes necesarios.

Al llegar estacionó el coche y entro a la casa, cuando abrió la puerta noto que había un sobre en el suelo, totalmente confundido lo levanto, dejo las compras en la mesa de la cocina y lo abrió, este tenía un olor raro que, extrañamente le gustó.

"Hola, bienvenido.

Lamento que nuestro primer encuentro haya sido tan extraño, mí nombre es Lee Minho, el gatito que viste es uno de mis bebés, Soonie.

Espero no te haya dado una muy mala impresión, tengo un problema general con las personas pero no es culpa tuya, tengo un trastorno de ansiedad social que me hace así.

No suelo salir porque no me gusta ser observado, por eso mí reacción, lo siento.

Ojalá que hayas estado cómodo aqui, es un barrio tranquilo dentro de todo.

De nuevo, lamento lo que sucedió, no quise ser descortés.

Tu también ten un lindo día".

Minho.

Jisung sonrió cuando terminó de leer, aunque sus ojitos estaban conteniendo las lágrimas.

Pensó en el daño que quizá le abría echo cuando fue a presentarse. Se sintió la peor persona del mundo.

Dejo la nota en el sobre en el que llego y la dejo sobre una estantería, seco sus lágrimas y comenzó a cocinar.

Pensó en eso que Minho le había escrito, "No suelo salir" ¿estaría mal llevarle un plato de comida?

Quería darle algo delicioso por haberle echo pasar un mal momento, no iba a verle si el no quería, le dejaría la comida y se iría, lo que menos quería era molestarle.

Si, eso haria.

¿Estaba bien, no?

El omega se puso un poco de música y siguió con lo suyo, ahora con más ganas de cocinar que nunca.

...

Por otro lado, Minho ahora estaba terminando unos planos que le habían encargado, Chan ya se había ido hace algunas horas.

Luego de una largo rato acabo con su trabajo, se levantó de su escritorio y se recostó en su cama.

Miró su mesa de luz, donde estaba ahora aquella hoja rosada donde Jisung le había escrito.

La tomo y volvió a olerla, dulce igual que el primer momento.

¿Frambuesas? ¿Frutillas? No lo decifraba.

Pensó en por qué Chan no podía sentir el mismo aroma que él, era extraño. Decidió no darle más vueltas al asunto y comenzó a acariciar a Doongie, totalmente entretenido.

Tres golpes en la puerta le asustaron, sintió su lobo alterarse.
Bajó enseguida de su cuarto con total pánico, hasta que vio una hoja pasar debajo de la puerta.

No dudo en acercarse, otra hoja rosa llego a sus manos, con el mismo olor que la anterior pero totalmente intensificado, su corazón latió más tranquilo.

"¡Hola Minho!

No te preocupes, entiendo totalmente y el que lo siente soy yo. Fui el que fue primero y siento haberte echo pasar un mal rato, por eso te deje un guisado fuera, tómalo por favor antes de que se enfríe. Espero que te guste...

Oh y también haré lo posible de no hacer nada que te afecte ¡Un abrazo! Mierda no, olvida eso, no te gusta el contacto. ¿Cómo borro? Dios lo siento, esto es vergonzoso.

En fin espero que disfrutes la comida, te agradezco que hayas decidido contarme tu situación, eres muy fuerte Minho <3

¡Que pases un lindo día!".

Sung.

Y Minho sonrió como nunca.