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Entraba a sus casa con la ilusión de siempre, hoy será el día. La amaba tanto, estaba loca por ella, la hacía sentir cosas que nunca pensó que pudiera sentir. Qué tenía ella que la hacía sentirse torpe a su alrededor, tan indefensa pero a la vez la más feliz de las criaturas. Estaba tan cansada, el día había sido demasiado largo para su gusto y sólo deseaba un baño caliente y una buena taza de chocolate. Kara se adentró en su cuarto en el preciso momento que Lena, su esposa, salía de la ducha envuelta solamente en una toalla. No pudo evitar admirarla, quedó tonta por unos minutos, era realmente hermosa y se veía tan sexy con su pelo mojado cayendo sobre su espalda y esos ojos verdes que eran su perdición. Lena levanta la vista para percibir a Kara parada en la puerta del cuarto, sintió un cosquilleo en su estómago al ver como algo en la entrepierna de Kara comenzaba de a poco a cobrar vida propia, pero rápidamente decidió desechar el sentimiento para mirarla con cara de pocos amigos.
- Qué haces? - preguntó
- Te admiro. - fue todo lo que pudo salir de sus labios. Trató de acercarse a ella pero Lena se aleja.
- No te atrevas a tocarme, sabes que no quiero ni que lo intentes. Ahora sal para poder vestirme. - Kara la mira con tristeza aún sin moverse. - Vete Kara. - le grita. Al verla salir sintió como algo le apretaba las entrañas, algo que le impedía respirar. Por qué le dolía tanto aún, por qué todavía tenía todos esos sentimientos sabiendo la verdad.

Kara sale azotando la puerta, sus hermosos ojos azules iban cargados de lágrimas, ya no podía más se negaba a continuar así. No sabía por qué Lena la trataba de esa forma tan cruel, ella la amaba con locura y lo único que deseaba era tener a su esposa entre sus brazos. Lena no le permitía el más mínimo acercamiento, ni siquiera podía besarla y eso ya era una tortura para ella por si sólo. En su mente solo rondaba una pregunta, por qué. Por qué se había casado con ella se la aborrecía, por qué someterla a ambas a semejante tortura. Por qué, era todo lo que se podía repetir en su mente. Lena era una excelente esposa de mentiras, todos pensaban que eran la pareja perfecta. Delante de amigos, socios y familiares era una pero en cuanto estaban a solas era otra completamente, ahí era donde comenzaba realmente su calvario el cual no entendía porque era injusto e inmerecido. Lena le era fiel, eso lo sabía, se ocupaba de sus deberes como esposa en la casa pero de ella no quería saber nada.

Cuando se conocieron todo iba bien, su noviazgo fue de prisa y el amor creció igual de rápido o al menos eso pensaba ella. A Lena nunca le importó su condición, debido a una alteración genética Kara había nacido con un miembro masculino a pesar de ser una chica. Le había pedido matrimonio una tarde de otoño sentadas en su lugar favorito, un árbol donde habían tallado sus iniciales dentro de un corazón, Lena se veía feliz. Se casaron unos meses después. La noche de boda fue sublime, le hizo el amor a su esposa hasta el amanecer de forma única. Estaba segura que quería pasar el resto de su vida al lado de Lena Luthor. Por lo que no entendía que había pasado, qué cambió. Todo se fue al carajo un año y medio después de llegar de su luna de miel. Ese día llegó tarde del bufete, tan cansada que solo anhelaba los brazos de Lena, solo pensaba en su calor deseando sentirla. Anhelaba el amor de su esposa, pero cuán equivocada estaba.

Flashback

- Amor, amor llegué. - llamó extrañada por no verla como siempre sentada en la sala esperando por ella. - Lee, cariño. - volvió a llamar sin respuesta. Se encaminó al cuarto y al llegar lo que encontró la alarmó. Lena estaba tirada en la cama llorando como niña asustada. - Mi amor qué pasa?
- Déjame Kara
- Cariño. - intenta tomarla entre sus brazos para consolarla pero nunca esperó la reacción de la mujer que tanto amaba.
- Te dije que me dejarás Kara, quiero que te alejes de mi y que nunca más vuelvas a ponerme una mano encima. - la miraba con tanto dolor y odio que Kara no entendía que pasaba, le dolían sus palabras pero más le dolía verla sufrir de esa manera sin comprender el motivo.
- Len mi amor, qué pasa? Por qué me hablas así? De verás que no entiendo nada.
- No me llames amor nunca más, eres una farsa y una mentirosa. - sus ojos estaban oscuros de la rabia
- Hey, por favor, vamos a calmarnos si. Necesito que me expliques lo que pasa para poder entenderte porque con insultos y a los gritos no vamos a llegar a nada.
- Claro, ya salió a resurgir la gran Abogada. Ahora te la quieres dar de tonta conmigo, pues bien que así sea. No voy a entrar en tu jueguito Abogada, no te voy a explicar ni mierda. Sabes muy bien lo que hiciste estúpida, supiste muy bien como engañarme pero eso ya se terminó. Ahora el juego será a mi manera, y mirame bien Kara Danvers porque será la última vez que me deje engañar por ti.
- Basta ya Luthor, no soporto ni un insulto más. Yo no he hecho nada para que te comportes así, no merezco este trato. Si no me quieres explicar el motivo de tu histeria bien, esperaré a que se te pase y vuelvas a ser una persona razonable y así hablaremos. No olvides nunca que la persona que está frente a ti, a la que has insultado y lastimado sin razón es la misma mujer que te ama con locura, la mujer que vive por ti y para ti Lena Luthor porque tú eres mi vida, mi mundo entero. No sé que pasó, ni qué te dijeron pero me duele y mucho que no creas en mi, que no me hayas dado ni siquiera el beneficio de la duda y que estés tratándome así. - la mira con tanto dolor en sus ojos que casi consigue que su esposa se derrumbe y la abrace, pero Lena toma aire, su orgullo herido pesa más que el amor que le tiene y le dice.
- Basta ya Abogada, no estamos en un juzgado y no hay jurado que convencer, ya no tiene a quien más engañar porque esta boba despertó y no cree más en ninguno de tus cuento. - la mira desafiante levantando una ceja, Kara solo baja la mirada llena de dolor y asiente.
- Bien, como quieras amor. - se levanta de la cama y sale del cuarto y de la casa sin saber qué diablos había pasado. Lena la observa irse con el pecho apretado y al sentir la puerta cerrarse tras ella vuelve a caer presa del llanto y la desesperación, no podía creer que su rubia haya sido capaz d tanto.
Fin del Flashback.

Ya habían pasado dos años de aquella fatídica noche y nada había cambiado. Lena seguía igual de fría y distante con ella pero nunca había hablado de divorcio. Por su parte ella vivía con la esperanza de poder volver a reconquistar a su esposa o al menos que algún día Lena decidiera explicarle que fue aquello tan grave que pasó para terminar con el amor que decía sentir por ella así de un simple plumazo. Aunque ya a estas alturas se empezaba a cuestionar si alguna vez la amo de verás o si su matrimonio no había sido más que una falsa de Lena para así poder sacar a su familia del atolladero en que estaban. Pensaba que Lena estaba harta d ella y que no se divorciaba por miedo a las consecuencias o represalias que creía podía tomar ella, que poco la conocía. Lena no la soportaba más e inventó toda esta trama para así librarse de ella. Le dolía pensar todo aquello pero su esposa la estaba dejando sin opciones, no entendía que pasaba. Se ahogaba en su sufrimiento y ya estaba llegando al límite, no aguantaba más. En todo este tiempo no había sido capaz d desahogarse con nadie, ni siquiera con su hermana Alex. Le avergonzaba la vida que estaba llevando, tampoco había podido hablar con Imra, su mejor amiga. Imra y ella se conocieron en la universidad y enseguida conectaron, comenzaron siendo novias pero al instante se percataron que eran mejores como amigas que como pareja y así han sido las mejores amigas desde entonces. Se comportaban como una entidad, a veces solo bastaban simples miradas para entenderse, eso ha provocado los celos de su hermana y hasta los de la mismísima Lena. Su esposa todo este tiempo solo ha aprendido a sobrellevar a Imra pero todos saben que no la soporta del todo ya que muere de celos. Pensar en eso la hizo sonreír.


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Es mi primera vez escribiendo en wattpad y haciendo una historia supercorp. Espero les guste, comenten.

Esclava de lo que calloDonde viven las historias. Descúbrelo ahora