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Era domingo y todos los Danvers se encontraban reunidos en la mansión. Jeremiah y Eliza no regresaban a la finca aún, ahí les encantaba pasar la mayor parte del tiempo. Estaban tomando algo en el jardín esperando a Kara que les había anunciado que tenía algo para decirles. Todos estaban impacientes e intrigados, todos menos Imra, ella sabía de la existencia de Diana. Imra estaba dividida, por un lado le agradaba Diana por ser la responsable de las sonrisas de su mejor amiga pero por otro lado no estaba segura que Kara estuviera haciendo lo correcto. La chica se encontraba perdida en sus pensamientos mientras reía.
- Tú sabes Imra de que va todo esto cierto, no te atrevas a negarlo, tu cara te delata.
- No empieces con tus delirios Alex.
- De eso nada, estoy segura que ya mi hermanita te contó. Mírate, todos estamos ansiosos y tú como si nada.
- Ok, ok odiosa, claro que se. Ya esa rubia me contó pero mis labios están sellados. Tendrán que esperar por Kara.
- Diablos, por qué siempre hace eso. A veces pienso que preferiría que tú fueras su hermana y no yo.
- Dios bendito, deja el drama Alexandra. - todos comienzan a reír con el comentario mientras Alex retuerce los ojos en señal de fastidio.

De repente llega un empleado de la casa anunciando una visita, al notar su nerviosismo  Alex pregunta de quién se trata.

- Es la señora Lena, la esposa de la señora Kara. - Alex se levanta de la silla como un resorte diciendo sumamente alterada.
- Esa loca aquí no entra. - mira a su padre buscando apoyo, pero es su madre la que habla.
- Hazla pasar Kate. - padre e hija se miran incrédulos sin dar crédito a lo que acaban de escuchar. Eliza instruyó lo que pensaban y dijo. - Tranquilos, ella fue mucho tiempo de esta familia y tiene el derecho a explicarse. Además a pesar de todo lo que ha pasado y todo lo que ustedes han dicho de ella yo aún no me lo puedo creer.
- Mamá qué más necesitas saber para creer que esa mujer es una arpía.
- No lo sé Alex, algo dentro de mi no me deja que esta historia me acabe de cerrar. Sé que es imposible confiar en ella debido a su comportamiento pero llámame loca si quieres pero yo estoy segura de que Lena ama a tu hermana. Alex hay cosas imposibles de fingir por más que se intente. La forma en que Lena mira a tu hermana cuando Kara no lo percibe es de puro amor. No sé qué fue lo que pasó y lo pretendo averiguar de una forma o de otra pero puedo apostar que Lena siempre ha amado a mi hija.
- Es cierto Eliza. Yo amo a Kara con cada célula de mi cuerpo en eso no sé equivoca. Yo cometí el mayor error de mi vida confiando en quien no debía en lugar de confiar en mi esposa y en el amor que nos teníamos. La hice sufrir de una manera imperdonable pero puede estar segura señora que yo sufría el doble. Estoy aquí para contarles mi verdad y pedir perdón y su ayuda para lograr que Kara me escuche. - Lena sabía que nunca se había equivocado con su suegra.
- Acaso perdiste la última gota de cordura que te quedaba mujer, si que hay que tener la cara muy dura para portarse por aquí después de todo lo que has hecho. Yo no soy Kara, ni mi madre  a mi no me vas a convencer tan fácil con tu carita de yo no fui y cuatro palabritas bonitas acompañadas de tus lágrimas de cocodrilo. - decia Alex tratando de controlarse para no perder la poca paciencia que le iba quedando.
- Realmente lo siento mucho Alex pero no es a ti a quien debo convencer sino a tu hermana, si Kara cree en mí nada más me importa.
- No es tan fácil, acaso piensas que mi hermana es estúpida. En serio cree que puedes seguir jugando con sus sentimientos.
- Amor, por favor cálmate. - pidió Sam.
- No me pidas eso amor, no percibes el esfuerzo sobrehumano que estoy haciendo para no romperle la cara y sacarla de aquí a rastras. - grita a punto de perder el control.
- Alexandra, basta. - su padre interviene. - Lena disculpa el comportamiento de Alex. Debes entender que para nosotros es muy difícil no sentirnos enojados contigo después de todo lo que Kara nos contó sobre su matrimonio.
- Lo entiendo y los comprendo más de lo que imaginan, por eso estoy aquí. Vine a darle la cara y demostrar que no soy esa mujer que están pensando, yo me casé enamorada de su hija. Créame Jeremiah. - Alex la interrumpe.
- Entonces Lena, qué mierda fue lo que pasó para que de repente comenzaras a tratar a Kara como basura.
- Me equivoqué Alex, fui una verdadera estúpida y la lastimé mucho. - lágrimas comenzaban a salir de sus ojos.
- No la lastimaste, Luthor, la destruiste sin piedad. - le reprochó Imra.
- Con la primera persona que debo hablar es con Kara, no contigo Alex y definitivamente tampoco contigo  Imra. Segura estoy que te divierte la situación.
- Sal de aquí Lena por favor. - Alex perdió la paciencia por completo de una vez.
- No me marcharé de aquí sin hablar con mi esposa Alexandra y no serás tú quien me lo impida. - la desafía arqueado una ceja dejando muy claro su punto.
- Acaso no escuchas, mi hermana te pidió que salieras de aquí. - la voz de Kara la hizo estremecer, se vuelve y la ve mirándola sin ninguna expresión en su rostro.
- Kara. - fue todo lo que lo que salió de su boca.
- Ya escuchaste a Alex, sal de aquí Lena. Tú y yo no tenemos nada más que hablar. No me interesa nada que tengas que decir. Te quiero a millas dr mi, mujer.

Lena se acercaba a Kara lentamente pero la llegada de una mujer la detiene. Era ella, aquella mujer que había visto un tiempo atrás riendo feliz con su rubia. Qué hacía ahí y por qué miraba a Kara como si le perteneciera? Algo se revolvió dentro de ella que la hizo adoptar una pose desafiante.

- Amor, es hermosa la casa de tu familia. Me entretuve con los cuadros de la entrada, me encantaron. Definitivamente si la Cirugía no me apasionara tanto hubiera estudiado Historia del Arte y seria Curadora. - la joven no pudo continuar, las palabras se le atoran en su garganta al ser consciente de la mujer que la miraba con ojos de asesina y que ella conocía muy bien, Lena Luthor.
- Amor, cómo que amor? - dijo Lena mientras apretaba la mandíbula. Kara la mira desafiante.
- Vete Lena y termina con esta payasada de una buena verdad, no entiendo que haces aqui todavia. Dime qué quieres, qué más quieres de mí?
- Necesito que hablemos por favor, dame solo 10 minutos Kara por lo que más quieras.
- Ni medio segundo mujer, no pienso perder contigo ni un minuto más de mi vida.
- Claro, ya estoy viendo el motivo. Quién es ella, dónde está todo ese amor que decías tenerme. No tardaste mucho en reemplazarme Kara. - la mirada de la ojiverde era fuego puro, quería sacarle los ojos a esa que osaba llamar amor a su rubia.
- No te atrevas a hacerte la víctima delante de mi Luthor.
- Lena, por favor, no lo hagas. Detente. - le decía su amiga.

Lena la miró reprimiendo una lágrima que luchaba por salir, comprobaba que Lex está vez si decía la verdad su rubia ya la había olvidado en otros brazos pero que podía decir o hacer si solo ella era la culpable.

- No pasará nada Samantha, tranquila.
- Firma de una vez Lena es todo lo que te pido. Te daré todo lo que quieras pero devuelveme mi libertad.
- Solo me interesa una cosa Abogada.
- Nombrala y la tendrás.
- Es algo que amo con la vida y no supe valorar, no supe cuidar y mucho menos apreciar el tesoro que tenía junto a mi. Lo único que quiero es a ti Kara, te deseo a ti mi rubia tonta. - sonrió entre lágrimas para marcharse escoltada por Sam.

Kara quedó paralizada por las palabras de Lena, hacia mucho que no la escuchaba llamarla así. Eso le trajo un sinfín de recuerdos que despertaron miles de emociones que le impedían reaccionar. Para Diana no pasó inadvertido el impacto que causaron las palabras de Lena en Kara, se acerca y le acaricia la mejilla haciendo que regrese al plano tierra.

- Estás bien amor. - le dice con una sonrisa forzada. Lena le había provocado deseos de desatar una violencia incontrolable sobre ese rostro casi perfecto. Con que desfachatez se atrevía a presentarse frente a Kara y su familia después de todo el dolor que ha provocado.
- Si. - Kara contesta con la mirada perdida hacia el lugar por donde había desaparecido Lena.

Eliza entrecierra los ojos, la mirada errante de su hija confirma sus sospechas, el corazón de Kara aún palpitaba por su esposa por más que se empeñara en acallarlo. Será posible que Kara aún ame a Lena estando en brazos de otra mujer, su hija se estará mintiendo a si misma porque de ser así el futuro no pintaba muy bien para ella.

Lena salía de la mansión como una exhalación, al llegar a fuera le fue imposible continuar manteniendo la pose y rompe a llorar. Samantha la toma entre sus brazos y la abraza brindandole su apoyo. Las lágrimas cubrían su rostro y unos enormes deseos de morir se apoderaban de ella. No podía soportar la idea que su amor estuviera en los brazos de otra que no fuera ella. Se sentía desfallecer al pensar en alguien más disfrutando de los deliciosos labios de Kara, de su calor y de su amor. Se preguntaba en que momento había sido tan imbécil para permitir que el desgraciado de Lex destruyera su vida, aunque la mayor culpable era ella por no confiar en el amor de su vida y ahí estaban las consecuencias. Otra que no era ella ahora la llamaba amor. Las lágrimas caían a raudales y no las podía detener. Samantha la tomó entre sus brazos para llevarla a su casa. En el camino llamaría a Alex para informarle.

Esclava de lo que calloDonde viven las historias. Descúbrelo ahora