Seis.

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Regresé a mi alcoba después de la cena, no me había quedado con Magnus a solas de nuevo.

Ese momento se repetía en mi cabeza una y otra vez, el calor de su cuerpo junto al mío, sus ojos mirándome con lujuria, sus labios semi abiertos, su aroma... hacia demasiado calor.

No puedo involucrarme con él, cada quien tiene su reino, solo puedo hacer una relación amistosa con el para llegar a la paz.








Al día siguiente teníamos una fiesta por la preparación de alcohol, sacaban el alcohol que había pasado por su proceso de añejo y ponían a añejar al nuevo alcohol, esta tradición se hacía cada cinco años, los omegas jóvenes ayudaban a hacerlo y los omegas que lo hicieron repartían su alcohol que había hecho. 

Hace cinco años tenía catorce años así que prepare el mío con mis hermanos y sería tiempo de repartirlo con el pueblo, una botella para ellos y otra según la tradición era para la persona que quieras y respetes.

Mi papá cuando hizo este ritual se la dio a mi madre, pero yo no tengo a nadie especial para hacer eso, mi papá a respetado mi deseo de no hacer un matrimonio arreglado a parte de que no hay candidatos buenos ya que nuestro reino está bien, no necesitamos ningún trato por medio del matrimonio, pero necesito herederos para garantizar prosperidad pero no hay nadie quien me interese.

Irina estaba ayudando a vestirme y prepararme.

-Irina: Mi señor su vino será el más delicioso.

-Gracias Irina.

-Irina: ¿Ya decidió a quien darle la botella?

-No, aún no pero supongo que a mi padre.

-Irina: Eso es tierno. Ojalá pudiera dársela a su futuro esposo. Todo el reino lo quiere ver casado.

-Lo se. Gracias por tus buenos deseos.

-Irina: No quiero entrometerme ni nada mi señor pero desde que cumplió dieciocho pensamos que anunciaría su compromiso con Jonathan o Tadeo.

-No, ellos y yo somos amigos solamente, nunca los he visto de otra manera.

-Irina: Tal vez es lo mejor. Las mejores relaciones nacen así.

-Tal vez pero siento que no es el momento.

-Irina: Lo que usted quiera yo también lo querré mi señor.

-Gracias. Trataré de no defraudar a nadie.

-Irina: Nunca lo a hecho.

Sonreí.















Saliendo de mi habitación estaba Magnus, vestía tan bien.

-Buenos días príncipe.

Me vio de pies a cabeza.

-Magnus: Buenos días.

Sentía que había cierta tensión entre nosotros y creo que yo quería romperla ya pero necesito relajarme, no soy un adolescente ya.

-¿Listo para la fiesta?

-Magnus: Si, estoy emocionado y ansioso por probar el vino que usted preparo.

-Espero que sea de su agrado.

-Magnus: Si usted lo hizo por supuesto que será de mi agrado.

El me sonrió.

-Bien, vamos a los carruajes. La ceremonia tiene que iniciar a tiempo.

-Magnus: Claro.

Empezamos a caminar en silencio.

No Me Ames.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora