No Me Ames.

Veintiséis.

Después de otra mañana torturado en la mesa de consejo salí a entrenar con Hodge.

-Izzy: Estoy cansada, a Hodge le falta una omega para desestresarse.

Estábamos haciendo abdominales.

-Jace: Nadie lo aguantaría.

-Silencio puede oírnos.

Hodge bajo la mirada de su libro.

-Hodge: Cómo les gusta hablar tanto hará otras veinte más.

Todos protestamos pero nos volvió a ver y nos callamos.

-Izzy: Ni siquiera con Max hay compasión.

Max estaba haciendo lagartijas por llegar cinco minutos tarde.

Esto era mejor que ir a las juntas con mi padre, odiaba hacer todas esas tonterías, no puedo creer que es lo único que voy a hacer el resto de mi vida.

Tadeo y yo fuimos a una recolección de fondos para el hospital, vendían pasteles y otros postres, solo teníamos que hacer acto de presencia y saludar y sonreír a todos.

-Tadeo: ¿Quiere algún otro pastel?

-No gracias.

-Tadeo: Aquí esta mi tropa, los traje a patrullar y se quedarán a limpiar después del evento y ayudar a recoger todo.

-¿Aquí esta Magnus?

-Tadeo: Si. Debe estar ayudando a organizar a las personas.

-Quisiera verlo.

-Tadeo: Mi príncipe claro... pero ahora esta en servicio y...

-Entiendo Tadeo.

-Tadeo: ¿Cómo se siente?

-¿Sobre qué?

-Tadeo: Tener un juramento de sangre.

-Bueno... no se siente nada, sino fuera por este relicario no me acordaría, cuando me lo quito es el problema, empiezo a sentirme mal, mientras lo tenga todo esta bien.

-Tadeo: Debe de tener mucho cuidado.

-Claro. 

-Tadeo: He escuchado de algo mi señor.

-¿Sobre qué?

-Tadeo: Lo que ocurrió en el reino Herondale... Las muertes de los campesinos.

-¿Qué es lo que sabes?

-Tadeo: Qué empezaron a enfermarse y murieron rápidamente. No se sabe de qué, hasta hubo rumores de una pandemia.

No podía decirle quien fue encargado de esas muertes.

-Es una pena.

-Tadeo: Pocas veces he ido al reino Herondale.

-¿Por qué?

-Tadeo: Mi padre siempre está trabajando y yo estoy empezando a hacer lo mismo.

-Cuando vaya pediré que me acompañé tu escolta.

-Tadeo: Sería un placer acompañarlo.

-Siempre eres muy amable conmigo Tadeo.

-Tadeo: Es mi personalidad príncipe.

Sonreí.

-Sera Afortunada tu futura esposa.

El bajo la mirada y sonrió.

-Tadeo: Afortunado seré yo de tener una.