Dos.

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Cuando bajé estaban mis padres y mis hermanos con Jace.

-Papá: Ya te esperábamos príncipe.

Hice una reverencia ante el.

-Mamá: Qué lindo te ves.

-Gracias.

-Max: ¿Ya lo van a casar?

-Papá: Nadie merece gobernar a lado de mi hijo.

-Mamá: Nadie merece a nuestro hijo, querías decir.

-Papá: Lo siento, si

Mi mamá se acercó a mi y me tomó de los hombros.

-Mama: Eres igual a tu padre.

Lo vi, si era básicamente verme en un espejo viejo, su pelo negro y sus ojos azules. 

Mi papá sonrió y abrazo con un solo brazo a Izzy.

-Izzy: Ya deberíamos irnos.

-Jace: Se hace tarde.

-Papá: Tienes razón, no a que hacer esperar a los invitados.

Mi papá tomó la mano de mi madre y fueron hacía las escaleras, donde todos nos esperaban. Se escuchó como todos aplaudieron hacía ellos.

Después seguíamos Jace y yo,  salíamos juntos al tener el mismo rango ya que el también sería rey.

Al bajar todos aplaudían igual, tenía que sonreír y mantener mi postura.

Al bajar Izzy y Max los omegas gritaron por Iz, era la princesa más hermosa.

-Papá: Gracias a todos por venir, celebrar la despedida del invierno, con esto no cabe duda la llegada de buenas cosechas y con más suerte traer paz entre nosotros. Por favor disfruten su fiesta.

Todos aplaudieron.














Después de repartir los alimentos, algunos bailaban, otros bebían pero casi la mayoría estaba hablando con nosotros, algunos me mostraban a sus hijos alfas, otros sus logros, alguna queja y lo mucho que me apreciaban.

Esta era la gente a quien le entregaría mi vida.


















Estaba amaneciendo cuando la fiesta acabó, solo llegué a mi habitación y me deje caer en la cama.

Mi maestra nos había dado la mañana libre pero nos dejó mucha tarea, al fin tiempo para mi. 

-Irina: Príncipe Alexander, de pie.

Escuché como empezaron entrar los demás sirvientes, me senté en mi cama y cuando abrí los ojos ellos estaban haciendo mis maletas a toda prisa.

-Irina: Vamos señor, el rey dio órdenes, será un viaje corto. Le ayudaré a vestirse.

Aún no entendía muy bien lo que pasaba, moría de sueño.

-Irina: Empaquen el arco y la espada del príncipe.

Ahí fue cuando reaccioné.

-¡¿QUÉ?!

-Irina: Irá a él reino Herondale.

-¡¿Paso algo?!

En ningún viaje el rey habia pedido que empacara mis armas.

-Irina: El rey Herondale mandó mensajeros a toda urgencia, no sabemos qué dijeron pero su padre ordenó que usted, el príncipe Herondale lo acompañaran.

Esto era preocupante, solo podía significar que sus fronteras han sido atacadas.






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