Fourteen

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Lisa's POV.

Finalmente había llegado el día del maratón y todos parecían más serios de lo habitual. Tal vez porque se trataba del primer gran evento que tendríamos después del ataque del intruso en mi departamento pero podía notar la ansiedad en el ambiente. 

Intenté no dejar que eso me afectara, aún cuando Roseanne estaba en completo modo trabajo y parecía ni siquiera recordar el beso que le robé en su departamento. 

¿Me arrepentía? Claro que no. Y aunque Roseanne parecía no haberlo reconocido, no se había alejado como la última vez que nos besamos y eso tenía que significar algo. Seguía creyendo que no estaba siendo del toda honesta conmigo con respecto a los motivos que no le permitían querer averiguar qué sucedía entre ambas pero no dudaba que parte de ello era su deseo de volver al ejército. Aún así, estaba segura que seis meses eran suficientes para convencerla de abandonar esa idea y quedarse aquí... conmigo. Si todo resultaba bien, por supuesto. 

El asunto es que la química entre ambas era innegable. Era algo natural e instintivo. Mi cuerpo reaccionaba involuntariamente al suyo y confiaba completamente en que a ella le sucedía lo mismo. Nunca me había sentido tan atraída hacia alguien de la manera en que Roseanne me atraía. Y no hablaba sólo del ámbito físico sino que era una atracción más profunda que no podía explicar con palabras. Y quería que ella lo reconociera y lo aceptara. Que le diéramos una oportunidad y lo intentáramos porque algo así no sucedía todos los días. 

Terminé de amarrar mis zapatillas antes de acercarme a una pequeña tarima donde tendría que dar un pequeño discurso agradeciendo a los participantes y hablando un poco de la causa que nos convocaba, la cual buscaba generar fondos para un hospital infantil. 

Roseanne se puso de pie a mi lado. Vestía un conjunto negro deportivo que le favorecía completamente pero miraba todo a su alrededor como un halcón.

—Te ves tensa—comenté con una media sonrisa. 

—Bueno, hay cerca de tres mil personas en un evento donde habrá mucho movimiento y no suficiente seguridad para cubrir todo el perímetro—respondió ella. 

—¿Qué tal si te relajas un poco e intentas disfrutarlo? ¿No fuiste tú quien dijo que el ejercicio servía para liberar el estrés y la tensión acumulada?—le recordé. 

Ella me miró entrecerrando los ojos pero no dijo nada y tuve que aguantarme la risa porque justo en ese momento me llamaban para subir al escenario. 

Así lo hice, todo bajo la atenta mirada de Roseanne quien se mantuvo siempre a pocos pasos de distancia. Di el discurso, tomamos algunas fotografías y finalmente dimos paso al inicio del evento. 

Me puse los audífonos y tomé mi botella de agua lista para comenzar. Tenía a dos de mis hombres de seguridad a unos metros atrás mío, habían otros dos a los costados y dos adelante en lo que llamaron formación diamante. A mi lado, Roseanne estaba prácticamente pegada a mi lado y al otro lado se encontraba el anfitrión con quien hablé los primeros minutos antes de dejarlo atrás ya que fue incapaz de mantener el ritmo. 

Mis hombres y Roseanne sin embargo mantuvieron mi ritmo en todo momento. Sabía que Roseanne tenía una excelente condición física y sabía que podía rendir mucho más pero siempre se acomodaba a mi ritmo. De vez en cuando hablaba a través del micrófono escondido en su muñeca con el resto del equipo pero todo pareció transcurrir con calma. 

—¡Señorita Manoban!—escuché a un joven gritar a mi costado—¿Un autógrafo?—pidió. 

—¿Al llegar a la meta?—ofrecí con una sonrisa y el joven asintió feliz antes de seguir su camino. Escuché a Roseanne bufar y la miré curiosa—¿Qué?— 

Opposites Always Attract (Chaelisa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora