Nineteen

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Roseanne's POV.

Me senté en el sofá de mi departamento sin estar del todo segura cómo me sentía al respecto. De alguna manera, me había acostumbrado al ruido que siempre había alrededor cuando Lisa estaba aquí. Ya fuese la radio, la televisión o ella que parecía siempre tener algo que decir. 

Había pasado los últimos cinco días evitándola con éxito y encargándome de su seguridad sin tener que verla o hablar con ella. Honestamente, pensé que armaría un gran alboroto al respecto y me sorprendió el que hubiese aceptado. Me sorprendí aún más cuando me informaron que Lisa volvería a la Casa Blanca. En las reuniones con Jisoo nunca mencionó que quería volver pero supongo que tenía sentido. Ahora que su novia estaba de regreso, probablemente querría tener mayor privacidad para estar con ella. 

Jisoo me aseguró que Lisa y aquella chica no estaban juntas. Y tal vez no lo estaban, pero definitivamente sucedía algo entre ellas y yo no necesitaba ese tipo de complicaciones en mi vida. Aún así, Jisoo me decía al menos una vez al día que debería darle a Lisa la oportunidad de explicarse. Y también no perdía oportunidad de decirme que me estaba comportando de manera infantil al evitarla. Como sea, necesitaba tiempo. Aún seguía molesta y no podía evitarlo. 

Lo que era peor es que la extrañaba tanto que sentía que no podía funcionar correctamente. Mi apetito se había esfumado y las pesadillas volvieron. Sabía que mi psicólogo estaría bastante decepcionado del retroceso que tuve después de nuestra última reunión hace una semana. Él se había mostrado realmente entusiasmado al ver un cambio en mí y me aconsejó seguir haciendo lo que sea que estaba haciendo. El problema es que lo que estaba haciendo entonces era involucrarme con Lisa y ahora eso estaba fuera del juego, así que volvíamos a comenzar de cero. 

Suspiré y cerré los ojos con frustración. El silencio era inquietante y sabía que por mucho que lo intentara, no dejaría de pensar en Lisa.  

Unos golpes en la puerta me sacaron de mi miseria y agradecí la distracción. Fuera quien fuera, era bienvenido en ese momento. Me levanté del sofá y abrí la puerta, sorprendiéndome al ver quién estaba del otro lado. 

—¿Rami? ¿Qué haces aquí?—

—¿Qué crees que hago aquí? Te extrañaba, tonta—Rami dejó caer su bolso al suelo y me abrazó, estrechándome fuertemente entre sus brazos—Y estaba preocupada por ti— 

No pude evitar sonreír y correspondí su abrazo, apoyando mi mejilla en su cabeza. 

—No tienes que preocuparte por mi, boba. Eres la menor, se supone que yo debería preocuparme por ti—le recordé. 

—Entonces deberías hacer un mejor trabajo porque me paso la vida preocupada por ti—suspiró Rami antes de soltarme—¿Cómo estás, Rosie?—

—Bueno, mucho mejor ahora que mi hermanita está aquí—sonreí. No estaba mintiendo, realmente me alegraba. Me agaché para recoger su bolso y me hice a un lado para dejarla entrar—¿Papá y mamá saben que estás aquí?— 

—Por supuesto—respondió entrando al departamento—Les dije que quería darte una sorpresa y ambos estuvieron de acuerdo. También están preocupados por ti. Ha pasado un tiempo desde que llamaste a casa—reprochó. 

—Lo siento. He tenido mucho trabajo, ya sabes como es— 

—¿Demasiado trabajo como para no poder llamarnos en semanas? Rosie, vamos...—Rami puso los ojos en blanco y miró alrededor—¿Y qué pasa con este lugar? Es deprimente— 

—Cielos, muchas gracias— 

—Pareciera que nadie vive aquí. No hay ningún artículo personal—comentó dándose a sí misma un tour por el departamento—Ni siquiera una fotografía— 

Opposites Always Attract (Chaelisa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora