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Punto de vista de Rosella Granger

Por fin llegaron vacaciones. Este año había acabado tan... tan mal y raro. ¿A caso ahora Harry Potter era un asesino? ¿O debería de creerle sus excusas de que Voldemort volvió?

Matt y Reg, me dijeron que estarían el siguiente año escolar en Hogwarts. Que felicidad, aunque nos hayamos conocido apenas este año, fue tan increíble su amistad.

Empaqué lo último y me lleve mi maleta. No me costaba despedirme de mi habitación en ningún año, pero este año, sentí que tenía tantos buenos recuerdos que me causaba nostalgia y ganas de regresar el tiempo a esos momentos.

Salí de la habitación y me despedí de Hasel, seguro el próximo año nos tocaría juntas. Y estoy bien con eso porque con el tiempo me ha crecido confianza de poder dormir en la misma habitación o hacer de todo y ella no me exhibirá y juzgará.

Igual me gusta hablar con ella. Me da consejo su espero que yo también le haya dado buenos consejos.

Me dirigí afuera del castillo con Sam, Enzo, Theo y Zaza. Matt y Reg ya se habían ido días antes. Nos fuimos a el ten y ahora estuvimos hablando y riendo.

Llegamos a la estación y me despedí de la chicos como si fuera la última ves de mi vida en verlos, aunque lo tuvimos que hacer adentro del tren. Pues el papá de Theo y los "padres" de Enzo que son los Malfoy, ni en broma podían verlos conmigo. La mamá de Blaise tiene sus creencias acerca sobre la sangre pero no le molesta que su hijo tenga amigos o amigas nacidos de muggles.

Salí del tren y vi a mi mamá y papá parados mientras mi hermana los abrazaba. Lleve mis cosas y llegue a ellos y los abracé.

— ¡Hola!— hablé emocionada mientras lo abrazaba.— Los extrañé tanto—

— Nosotros igual, Rosie— dijeron mis papás abrazándome.

— ¿Cómo están?— pregunté Rose.

— ¡Felices por tu llegada! Pero tristes porque Hermione se va— dijo mamá sonriendo y después viendo a Hermione.

— ¿A donde?— pregunté confundida.

— Estará todas las vacaciones en la madriguera de los Weasley— habló mi papá.

— Oh... que bueno— dije sonriendo.

— Entonces vete despidiendo de tu hermana que de aquí se va allá y mañana le llevaremos ropa— hablo mi mamá.

Me acerqué a Hermione y la abracé.

— Que te vaya bien, Her— dije algo preocupada.

— Gracias, Rosie. Igual pásatela bien— dijo abrazándome.

— Te cuidado con Harry— dije y Hermione me separo.

— Harry no mató a Cedric— dijo Hermione.

— No lo sabes— dije.— Pero bueno, tú lo conoces mejor... aún así ten cuidado—

— Bien— dijo sonriendo y se fue con los Weasley que la esperaban. Una familia gigante por cierto.

— Vamos, Rosie— dijo mi papá cargando mi baúl.

Llegamos al auto y fuimos a casa.

Era tan distinto el mundo muggle al mágico pero a la vez parecido. Las calles, los coches, las casas. Era tan buen regresar a casa pero extraño a mis amigos... este año por fin tuve más de un amigo.

Llegamos, papá bajo mi baúl y al llegar comencé a desempacar.

— Debes estar cansada, hija. Duerme y yo desempaco— dijo mamá.

— Está bien, mamá, yo lo hago. Gracias— respondí dulcemente y mamá salió de la habitación.

La tarde paso rápido, desempaque y dormí.

Me desperté algo tarde y mis papás ya no estaban. Seguro habían ido a la madriguera.

Me hice un desayuno y en lo que desayunaba llego una lechuza a la mesa. No era la mi, era la de Sam.

Agarra la carta y acaricie a su lechuza. Después salió por donde entró y abrí la carta.

"Hola, Rose

Apenas paso una noche desde que salimos y Hogwarts pero tenía que decirte esto. Mis papás acaban de decirme que nos iríamos a vivir al mundo muggle... pero hasta Canadá. A lo mejor lo ubicas. No me dijeron porque por más que les insistiera. Realmente yo no quiero irme de Hogwarts pero no se cómo hacer que mis padres cambien de opinión, dicen que es por mi bien pero yo no le veo nada positivo para mi vida. Te voy a extrañar tanto. Espero que nos podamos ver de nuevo. Te quiero mucho Rose y me gustaría que nos pudiéramos ver estos días pero justo hoy me voy. Nos alejaremos de todo lo mágico. Me quitaran mi lechuza, mi varita y prohibirán usar cualquier tipo de magia. Igual ellos dejarán toda la magia.

Te quiero mucho,
Sam."

— ¿Qué...?— dije triste con una lágrima.

¿No lo volvería a ver? ¿Por qué se tiene que ir? Es mi mejor amigo... ¿por qué tendría que dejar el mundo mágico e irse hasta Canadá?

Le escribí una carta devuelta.

"Hola Max,

¿Qué te pasa? Sin ti me muero. Pero esta bien, ojalá no se estén yendo por algo malo y si es así que vivan mejor allá. Intentaré ahorrar y convencer a mis papás de ir a Canadá e igual espero que vengas a visitarme. Seguro te llega la lechuza nada más que tus padres no la vean. Igual te quiero mucho, Max. Y mira, si te compran un teléfono mi número es ******, para que podamos hablarnos por ahí. Obvio no lo puedo llevar a Hogwarts pero mientras no esté ahí, podemos hablar. Ojalá nuestra amistad no acabe aquí y esto no sea una adiós para siempre. Solo un adiós por carta para deserte lo mejor en Canadá. Nos vemos pronto, Max.

Te quiero demasiado, Sam,

Rose."

Y le di la carta a mi lechuza la cual salió volando por la ventana donde nadie ve.

Don't Even Think About ItDonde viven las historias. Descúbrelo ahora