29

20 2 0
                                    

Pansy entraba a los entrenamientos de quidditch ciertos sábados. Era buena pero entre el equipo, la peor.

A ninguno le molestaba que ella estuviera ahí, pues Matt también entraba a los entrenamientos otros días.

— Blaise me obligó a venir pero tengo mucha flojera— dijo Pansy riendo mientras caminaban en el campo cada una con su escoba.

— Cuando el entrenamiento acabe podrás relajarte y pedirle a Zaza un masaje en lo pies— respondió riendo.

— ¿Tú lo has hecho?— pregunto Pansy interesada.

— Obvio no— dijo Rose riendo.

— Ya se— dijo Pansy.— ¿Y si finges golpearme por accidente y así me voy a descansar?— preguntó Pansy mientras e subía a la escoba.

— ¿Segura? Mi puntería no es buena— respondió.

— Si, tu lanza y yo me moveré rápido pero fingiré caerme— respondió Pansy sonriente.

Las chicas empezaron a tomar vuelo y subir.

— Está bien—

Los chicos se iban de un lado al otro. Theo está con todo, igual con altas velocidades.

— ¡Te amo Theo! ¡Hazme un hijo!— grito Enzo cuando metió un punto.

— ¡Los que quieras!— respondió Theo divertido y riendo.

Con eso los chicos rieron. Enzo soltó un grito de emoción y por eso rieron. Pansy pasó a lado de Rose y le indicó que lo hiciera ya.

Rose cargó la bludger, tuvo a Pansy en la mira y la lanzó con fuerza. Esta cayó en la escoba de Pansy, rompiéndola y después pegándole en el estomago a Pansy así ella cayendo al suelo.

Rápidamente todos se preocuparon y Rose bajo a gran velocidad.

— ¡Mierda, Pansy! ¡¿Estás bien?!— preguntó Rose soltando su escoba e incoándose a lado de Pansy que estaba llorando.

— ¡Rose que te pasa!— se quejó ella llorando, cuando cayó se había lastimado el brazo.

Los chicos llegaron.

— Rose, era un partido amistoso— dijo Reg poniendo su palma en la espalda de Rose.

— Lo siento, enserio— dijo Rose.

— ¿Qué te duele, Pansy?— pregunto Blaise.

— ¡El brazo! ¡El estomago!— decía llorando.

— ¡Hay que llevarla a la enfermería!— dijo Theo.

Blaise la cargó y los chicos fueron detrás hasta llegar a la enfermería.

— Eres una ruda— dijo Pansy.— Se nota como me quieres rebajar— dijo Pansy llorando.— ¡Te molesta tanto que no seas la única amiga de los chicos! ¡Que no eres la puta favorita!—

— ¡Pansy!— habló Enzo molesto.— ¡Ya! Deja que Madamme Pommfrey te cure— dijo Enzo.

— ¡Que se largue!— grito Pansy.

Rose salió rápidamente de la enfermería. Su plan no había salido como ninguna esperaba... tal vez. Rose se sentía tan culpable y estúpida, había lastimado a su amiga. ¿Qué era tan tonta, era tan fácil lanzar la bludger a lado?

Rose estaba afuera y pronto salieron los demás chicos menos Blaise.

— Estará bien, fue una fractura— dijo Reg.

— Que bueno que no fue nada más grave— dijo Rose alzando la mirada, los ojos rojos y la voz rota, si decía algo más comenzaría a llorar.

— ¿Por qué lo hiciste, Rose?— preguntó Theo acercándose a Rose.

— Ella me lo pidió— dijo Rose viendo abajo.

— ¿Te pidió que le rompieras el brazo, la escoba y que le sacaras el aire?— pregunto Draco burlón.

Rose negó con la cabeza.

— Me dijo que tenía flojera y que fingiéramos que ella se caía— dijo Rose.

— Está bien— respondió Reg.

— Ya sabemos que no lo harías nada más porque si— dijo Enzo.

— Ya no te sientas mal, fue un accidente— hablo Matt poniendo su mano en el hombro de Rose.

Después Blaise salió, le pidieron que se saliera para poder hacer su trabajo.

— Seguro hoy por la noche sale— Blaise sonrió a Rose.— Fue un accidente, no creas que no la escuche— río Blaise hablando de cuando Pansy y Rose lo planearon.

Rose se fue a su habitación y se sentía un poco mal por lo cual recurrió a Draco.

Llego a su habitación y Draco estaba recostado en su cama. Rose se sentó a su lado sin decir nada, poco después se sentó en su regazo y comenzó a besarlo apasionadamente.

Draco rápidamente siguió el beso. Puso sus manos en su cintura. Y tomo el control del beso.

Un beso feroz y apasionado. Y así pasaron las horas. Rose en el regazo de Draco, ente besos. Ninguna palabra. Solo algunos quejidos o gruñidos. Peleas de lenguas y besos.

Pero fu interrumpido por una voz femenina. Astoria.

— ¡Dray!— gritó desde afuera tocando su puerta.

Draco separó a Rose y le tapó la boca.

— ¡¿Qué quieres?!— pregunto Draco molesto.

— ¡Pansy quiere que vayas! ¡¿Puedo entrar?!— pregunto Astoria intentado abrir pero Rose había asegurado la puerta.

Rose se iba a levantar pero en el intento Draco le garro las caderas y la colocó en su regazo denuevo.

— ¡No! ¡Dile que no iré!— respondió Draco.— ¡Vete!—

— Está bien...— respondió en tono triste y se escuchó que se alejaba.

— Que grosero— dijo Rose sonriendo pero la sonrisa fue interrumpida con un beso de Draco.

La situación no fue a más de besos. Con los beis cada uno podía sentirse mejor.

Don't Even Think About ItDonde viven las historias. Descúbrelo ahora