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¿De nuevo? ¿Rose no sabía controlarse o era muy facil de controlar? ¿No puede ir a una fiesta sin acabar borracha?

Rose se despertó con dolor de cabeza, vio a Enzo a lado de ella y se acordó de todo lo que había pasado anoche, bueno, a medias.

— Oh, dios mío...— hablo Rose sentándose en la cama y colocando su brazos sobre sus piernas mientras coloca sus manos en su cara.

Estaba cansada pero no tenía ganas de seguir durmiendo, estaba impactada por el hecho que alguien que ella solo conoce de vista casi abusa de ella ayer... ¿No era su culpa, verdad? ¿O si?

Estaba borracha... y su ropa descubría tantas partes de su cuerpo... No, no y no, no era su culpa, no fue su culpa. Ella tiene el derecho de hacer lo que se le de la gana, ese sucio hombre no tenía porque tocarla, no tiene ningún derecho a hacer eso.

Enzo se despertó al sentir que algo faltaba sobre su brazo. Abrió los ojos y vio a Rose sentada cubriendo su cara.

— Buenos días— hablo Enzo viendo a Rose.

Rose volteo e intento mostrar una sonrisa. Enzo se sentó a su lado y la abrazo.

— Lamento que haya ocurrido lo de anoche, tuve que haber estado ahí. Ese sucio, es un asqueroso imbécil— hablaba Enzo. — Tranquila, no permitiré que alguien te vuelva a poner una mano encima— hablo Enzo.

— Gracias... gracias por todo, por haberte quedado y haberme traído junto a Blaise s la habitación. Enserio— hablo Rose.

— ¿Recuerdas todo?— pregunto Enzo.

— A medias—

— ¿Recuerdas como Draco se la metía a Greengrass?— pregunto Enzo riendo.

— Eeww, no me quería acordar. Es un recuerdo, blah... asqueroso— Rose dijo riendo y le dió un pequeño empujon a Enzo.

Enzo se sintió aliviado de ver a Rose reir.

— Me meteré a bañar, ¿después quieres ir al desayuno?— pregunto Rose levantándose de la cama.

— Claro, yo me iré a bañar pero para cuando salgas ya estaré que vuelta— hablo Enzo igual parándose de la cama.

— Muy bien—

Rose se metió al baño y vio su cuerpo, lo sentía tan contaminado, expuesto y tocado... marcado, tenía un chupetón... no había Sido de Cedric. Sentía que tantos hombres la habían tocado esa noche, pero solo uno tenía su permiso.

Rose empezó a llorar y con sus brazos intentaba cubrir su clavícula y cuello. Dónde más había tocado es idiota.

Creció un gran odio en ella hacia esas partes de su cuerpo. Las sentía sucias, se metió a bañar llorando y se tallo con jabón y la esponja hasta dejarse rojo para limpiar todo. Incluso en el chupetón, que le dolía y le salió sangre, pero no le importaba. Quería quitar las babas y cualquier contaminación en el.

Lavo su cuerpo bruscamente, cuando ahora lo que más necesitaba era poder abrazar su cuerpo, y tratarlo como merece. Pero ella no cree poder hacerlo.

Se colocó su ropa y salió del baño, Enzo estaba de vuelta como había dicho.

Salieron de la habitación.

— ¿Los chicos siguen dormidos? ¿Sabes si están bien? ¿Sabes dónde están?— pregunto Rose.

— Están bien, y ya están en el comedor, no te preocupes— se dirigieron y entraron al comedor.

Rose los ubico rápidamente y los dos fueron hacia ellos, en cuanto Rose se acercó y cuando ellos los notaron se pusieron de pie.

Todos estaban heridos, menos Blaise.

— ¿Cómo estas, Rose?— preguntaron al mismo tiempo todos.

— Bien, ¿ustedes? Se ven muy heridos, perdónenme, en- — Rose fue interrumpida por Matt.

— ¿Perdonarte? ¿Por qué? No, no, no te equivoques, no es tu culpa... ¿Okay? Le dimos a ese idiota parte de su merecido, de no haber sido porque la gente se metió lo hubiéramos matado en ese mismo instante— hablo Matt.

— Gracias— hablo Rose.

Rose se sentó a lado de Regulus y enfrente de Sam, básicamente enmedio de todos para que ella recibiera toda la atención.

— ¿Qué se te antoja hoy, linda?- pregunto Sam.— Te guarde el pan que te gusta, porque estos tragones se los iban a acabar— Sam y los demás rieron.

— Gracias, Sam— Rose río, agarro el pan y lo puso en su plato.

Los chicos dejaron de hablar poniendo toda su atención en Rose. Rose estaba metida en sus pensamientos, en lo de anoche, no se daba cuenta que los chicos esperaban a que ella hablara.

Rose no hablo el resto del desayuno y apenas toco la comida. Los chicos no quisieron obligarla ni presionarla, imaginan que lo que le ocurrió no es fácil.

— Chicos, iré a mi habitación. Creo que necesito dormir un poco más— hablo Rose levantándose.

— ¿Segura?— preguntó Regulus levantándose.

— Si— hablo Rose saliendo de la banca.— Nos vemos chicos—

— Con cuidado, linda— se despidieron los chicos.

Rose abrazo su cuerpo inseguramente y cruzo el comedor hasta salir de él. ¿Ahora le daba miedo caminar sola por los pasillos? Si, había más gente pero igual, la noche anterior había bastante gente.

Rose caminaba por los pasillos, intentaba mirar su alrededor y no ver a alguien que le daba miedo que se apareciera. No tenía grabado el rostro del chico, y no quería tenerlo, no quería saber nada de él a menos que haya muerto.

Pero era inevitable para Rose no bajar la cabeza y hundirse en sus pensamientos.

Rose de pronto siente que alguien toca su espalda y ella voltea rápidamente y da unos pasos hacia atrás.

Era Draco Malfoy, no venía con su típica cara burlona de siempre. Venía más... más relajado, comprensible.

— Rose... Rosella Granger— habló Draco.

— ¿Qué pasó?— habló Rose.

— ¿Qué, qué te paso ayer?— preguntó Draco viendo los ojos de Rose que miraban el suelo.

— Nada— en la mente de Rose si Draco no sabía mejor que se quede así, lo podría usar para burlarse.

— No me mientas— hablo Draco intentando mantenerse.

— No te interesa— hablo Rose.

— Por favor Granger, no seas inmadura—

— ¿Por qué no vas y se la sigues metiendo a Daphne? ¿Por qué después de tanta mierda que me dices muestras interés? ¿Eh? ¿Para usar cualquier cosa que me duela para burlarte de mi y hacerme daño, no? Averígualo por tu cuenta, Malfoy— respondió Rose y se volteó y se fue rápido.

¿Por qué Rose había hablado así con Draco? O sea, se llevan mal pero Rose no era tan asi con Draco, podía fastidiarlo o haberle respondido de otra forma.

Don't Even Think About ItDonde viven las historias. Descúbrelo ahora