N.A: Hola! Espero disfruten el capítulo, los leo en comentarios. Saludos!
-----
Si alguien le decía que al aceptar la propuesta de Tony lograrían reparar su afección y que sobre todo estaría mirando su película favorita en una nave de regreso al complejo con nada más y nada menos que Natasha Romanoff, AKA la viuda negra, AKA su máximo crush sin dudas pensaría que estaban completamente locos...porque ni en sus mejores fantasías pensó que algo así podría pasarle, no con sus cicatrices, no con su pasado, no con su afección, quizás era hora de dejarlo atrás y empezar a creer que podía.
~~~~
Para sorpresa de la castaña, la viuda se encontraba demasiado concentrada en la película, sin poder evitar mirarla en varios momentos sintiendo los latidos de su corazón acelerarse por la ternura que eso le provocaba, respiro hondo mientras sacudía la cabeza pues no necesitaba eso ahora mismo, solo quería disfrutar del momento. Cuando llegó la canción de Megara, Natasha no pudo evitar sorprenderse de lo que decía la letra preguntándose internamente si la chica junto a ella tampoco creía en el amor, sorprendiéndose por su tren de pensamientos ¿el amor? Ni siquiera ella misma pensaba que siguiera creyendo en el amor después de lo que ocurrió con María.
Cuando la película terminó finalmente, F.R.I.D.A.Y. informó que aún quedaban un par de horas para llegar al complejo antes de que la viuda pudiera preguntarle a Meg que más quería hacer se dio cuenta de que se había quedado dormida con su cabeza apoyada en su hombro, algo que por estar demasiado concentrada en la pantalla y en sus pensamientos no había notado hasta entonces. Así que con sumo cuidado se levantó recostándola mejor en los asientos para luego cubrirla con una frazada, tomándose su tiempo para observar su rostro, admirar cada rasgo tranquilo de la chica sintiendo su corazón acelerarse, sin embargo, lo que hizo que aparecer una sonrisa genuina en su rostro fue la luz que apenas se distinguía en su pecho, la prueba de que seguía ahí y tenía una oportunidad de conocerla mejor.
Se levantó para caminar por la nave sentándose tras los mandos con la intención de revisar el trabajo que dejó descuidado y sin dudas Tony no la dejaría en paz al regresar para tomar la mejor decisión sobre las misiones que tenían pendientes, había nuevas células de H.Y.D.R.A. esta vez con armas del espacio. Claramente no logró concentrarse demasiado pues se giraba cada cierto tiempo para asegurarse de que Meg estuviera durmiendo tranquila, sentía curiosidad por saber qué era lo que la mantenía despierta durante las noches, había visto el miedo y pánico grabado en su mirada la noche anterior cuando se encontraron fuera de sus habitaciones.
F.R.I.D.A.Y. le avisó que faltaba acerca de una hora para llegar al complejo, por lo que la pelirroja decidió acercarse con cuidado a la chica para despertarla, no quería que si sus locos compañeros entraban la asustaran o algo parecido, tampoco negaría que quería pasar un poco más de tiempo a solas con ella. Meg se sentía demasiado tranquila, escuchando una voz a la distancia, acurrucada a pesar de la incomodidad de los asientos y extrañamente arropada por algo ¿en qué momento había aparecido una frazada? Al abrir sus ojos lentamente no pudo evitar perderse en los verdes de la viuda y viceversa, quién le regaló una pequeña sonrisa extendiendo su mano para ayudarla a sentarse.
- Falta una hora para llegar, pero no quería que te asustaran o algo – se rascó la nuca con algo de nerviosismo - ¿descansaste bien?
- Sí – asintió todavía un poco adormilada – gracias Romanoff
- Nada que agradecer, Meg – asintió sentándose a su lado – por cierto, me gusto la película
- Es una de las mejores – sonrió mirando a la viuda - ¿Cuál fue tu parte favorita?
