N.A: siento mucho la tardanza, la inspiración estaba perdida por ahí. Los leo en comentarios, saludos!
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Por primera vez en mucho tiempo para ambas, no fue demasiado difícil conciliar el sueño en los brazos de la otra, a pesar de que estaban en el sofá en una posición un poco incómoda para cualquiera que las viera desde fuera, ninguna se había sentido más cómoda antes. Las pesadillas no habían visitado a ninguna, no podían decir si era por la presencia de la otra o porque ambas a sus tiempos habían decidido dejar finalmente la mochila que las acompañaba cada vez más, en el pasado.
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Demasiado temprano en la mañana para que cualquiera de los vengadores estuviera despierto, la pelirroja se despertó sorprendida por lo bien que había descansado encontrándose con la castaña dormida en su pecho, no podía dejar de mirar la luz en su pecho, el pequeño recordatorio de que seguía ahí y podía conocerla. Con sumo cuidado se levantó para llevarla hasta su habitación a que siguiera descansando pues sus actividades no comenzaban hasta media mañana, acarició su mejilla con suavidad viendo lo tranquila que descansaba.
Se dirigió a su propia habitación para cambiarse por algo más cómodo antes de comenzar su entrenamiento y trabajo, ya que quería tener la tarde libre para lo que sería su primera sesión de terapia, saludando a Steve y Bucky quienes salieron a correr como cada mañana en esta ocasión solos, pues Sam había tenido que ir a una misión de reconocimiento.
Cuando Meg se despertó esa mañana estaba un poco confundida pues no recordaba haber ido a su habitación la noche anterior, girándose para observar una nota junto a su móvil, "Pensé que descansarías mejor en tu cama. Romanoff" y fue inevitable ocultar la sonrisa genuina que nación en su rostro por eso.
Decidió ducharse antes de salir para desayunar y comenzar su trabajo en el laboratorio con Tony, manteniendo una pequeña conversación de control con Shuri para la revisión diaria, para enseñarle que todo estaba en orden y el cómo tenía que dirigirse a Wakanda la siguiente semana para el control en persona.
Se habían encontrado recién en el almuerzo compartiendo algunas miradas en lo que escuchaban a los demás comentar sobre la misión y el cómo tendrían que ir al día siguiente si Sam traía buenas noticias del reconocimiento, no estaban muy atentas realmente a lo que decían por estarse mirando.
En la tarde, después de haber terminado sus obligaciones Meg aprovechó para tomar un libro nuevo de la biblioteca que le había regalado Natasha antes de irse al predio del complejo con la intención de sentarse a leer en el muelle aprovechando que la tarde estaba agradable. Por su parte, la pelirroja se encontraba en su habitación bastante nerviosa por tener que ir hasta la oficina donde ya tendría que estar esperándola la terapeuta, ¿de verdad estaba a punto de ir a terapia? Tanto tiempo intentaron convencerla y no pudieron, que en una simple conversación con la castaña había aceptado sin dudar.
Golpeó la puerta después de pensarlo demasiado, entrando cuando se le permitió el paso y saludando a la mujer con bastantes nervios, todo en su cuerpo le pedía que huyera lo más lejos que pudiera, pero al querer girarse apareció en su mente la sonrisa de Meg, lo que le había dicho acerca de conocerla cuando estuviera lista para dejarse conocer y no pudo no dirigirse con la poca seguridad que tenía siendo quién era para sentarse.
- Quiero dejar el pasado atrás – se sorprendió de que eso fuera lo primero en salir de su boca – creo que es tiempo
- En ese caso, la sesión está en tus manos – asintió con una pequeña sonrisa – lo que quieras hablar o no es tu decisión