N.A: Nuevo capítulo. Los leo en comentarios, saludos!
-------
- Ella está bastante interesada en ti, Meg – sonrió mirando hacia el agua – no creo que tengas que hacerte la difícil para que siga insistiendo en ser amigas
- Supongo que tienes razón
~~~
Permanecieron en silencio después de eso, Kate se sentía realmente más tranquila de tener a Meg ahí junto a ella, experimentando por primera vez en años la tranquilidad de no tener que decir nada, de no tener que apurarse para contarle lo que ocurría, el temor de que el abrazo que le daba pudiera ser el último. Rodeo su brazo con el suyo sintiendo la nueva calidez que rodeaba su cuerpo, no pudo evitar que algunas lágrimas se deslizaran silenciosamente por sus mejillas, tendría todo el tiempo del mundo con Meg y la chica ni siquiera tenía idea de la magnitud de lo que eso significaba para su propio corazón, lo mucho que había cambiado su vida en el momento en que aceptó convertirse en su tutora.
Mientras tanto, Natasha había soportado la mirada de su hermana menor poco tiempo realmente antes de mencionarle tanto a ella como a Tony que se daría una ducha para luego retomar su trabajo de investigación para futuras misiones. Desde luego que Yelena mencionó que tenían una conversación de la que no podría librarse, así que le pidió que la acompañara a cuarto y la esperara hasta que terminara de asearse.
Bajó el agua de la ducha se permitió dejar fluir los pensamientos que había mantenido lejos de su mente durante su estadía en Wakanda, la promesa que se había hecho a sí misma para no volver a enamorarse después de sufrir, el querer alejarse de la castaña para no sufrir nuevamente y el cómo había cambiado de opinión al ver lo terca que estaba siendo Meg con su permanencia junto a ella. Eso había sido un golpe para su orgullo y su propia terquedad que hizo que se abriera un poco, sin poder evitar sonreír al recordar como lo primero que decidió preguntarle era sobre su comida favorita.
Desde que había llegado al complejo jamás la presionó para conversar, ni para que le contara nada, se había abierto voluntariamente con la única persona que la había hecho sentir en casa después de lo que pasó con María. El miedo real de perderla, de perder la oportunidad de conocerla y lo tranquila que se había sentido al ver la luz en su pecho, como si se tratara de un faro en medio de un túnel en el que se encontraba que la invitaba a ver la vida de otra forma.
Sabía que no podía cambiar su pasado, ni los números rojos que tenía, pero había hecho todo y más en su trabajo como vengadora para redimirse de sus errores, para rescatar a la mayor cantidad de viudas posibles junto a su hermana, de reparar el lazo que creía perdido y ahora era irrompible. Había pasado una semana junto a Meg, pero sentía en su corazón que era más tiempo, que había aprendido tantas cosas sin darse cuenta en tan poco tiempo que a pesar del miedo que sentía de salir lastimada, su orgullo por demostrarle a la chica que podían ser amigas, que no iba a alejarse de su vida como los demás era mucho mayor.
Era increíble como Meg parecía poder leerla mejor que cualquier otra persona que hubiera conocido antes, el no querer preguntarle nada para no hacerla sentir incomoda, ese deseo de huir había aparecido antes de mirarla y decidir quedarse para contarle algunas cosas, su sonrisa suave, así como las caricias inconscientes fueron una invitación para que confiara en ella, el contarle algunas cosas y querer seguir haciéndolo. Recordó la conversación en el quinjet, el cómo ambas sufrieron un corazón roto después de amar a alguien y estaba segura de que Meg podía entenderla con su miedo a acercarse a alguien.
