"Otra vez" El Segundo Ragnarok

Duodécima Ronda: Parte 2

Todos los presentes estaban estupefactos ante la gran habilidad que posee Zao Shen a la hora de usar alimentos y utensilios de cocina para pelear.

"Ese espárrago ha sido solo el inicio, acabarás perdiendo contra mis artes culinarias" Habló el dios chino mientras se preparaba para continuar, Sun Tzu sonrió de forma cálida y suave mientras se pone en guardia y prepara su pincel.

"Estoy listo, sereno y tranquilo, alimenta a la guerra con tus habilidades nunca antes vistas" Dijo de forma tranquila y relajada, haciendo que a Zao Shen todavía le cueste acostumbrarse al cambio drástico de actitudes de tiene su enemigo.

En el balcón de las valkirias, Hlokk observó todo con algo de preocupación. "Estoy comenzando a entender la razón de que lo eligieras, pero creo que ha sido un poco arriesgado" Habló ella misma a una Goll que no estaba presente, sino que simplemente soltó esa frase para expresar su preocupación. Sun Tzu parece ser alguien totalmente inestable, quizá es el representante más impredecible que ha aparecido, Caín al menos tenía motivos (no muy válidos) para comportarse de esa manera, sin embargo, todo lo que envuelve al pasado de Sun Tzu es un misterio que solo unos pocos saben, y con esas múltiples personalidades, a saber qué podría hacer.

Volviendo a la arena con forma de vivienda, Zao Shen chasqueó los dedos y, de repente, una gran cantidad de ollas llenas de sopa aparecieron alrededor de Sun Tzu, el escritor comenzó a preparar su pincel para contrarrestar lo que sea que intente su rival.

"Nunca debes de usar demasiados objetos en un solo soldado en una guerra, podría ser contraproducente y derretirte cual hielo ante el fuego" Dijo Sun Tzu mientras introducía símbolos en todas las ollas de sopa hirviendo en menos de dos segundos.

"¿¡Cómo se ha movido tan rápido!? Sun Tzu ha marcado su signo con su pincel en todas las ollas en un tiempo récord"

Nadie, ni siquiera Heimdall se dio cuenta a excepción de Zao Shen quien, con detenimiento, observó que realmente Sun Tzu pintó simplemente una pequeña parte del signo en la olla y este signo se fue extendiendo como si se tratase de una enfermedad, pudiendo pintar en todas tan deprisa, es decir, a Sun Tzu solo le hacía falta introducir un poco de tinta en el objeto para que haga el efecto dicho por el refrán.

Las ollas comenzaron a derretirse, dejando caer al suelo de madera toda la sopa hirviendo, la cual, para sorpresa del pintor, comenzó a moverse de forma anormal.

"Caíste" Dijo Zao Shen con seguridad mientras se formaban dos monstruos de sopa parecidos a amebas en su forma amorfa, pero logrando ponerse firmes y estar a dos patas gracias a los huesos de pollo que contenía, los cuales comenzaban a unirse y crear brazos y piernas, creando seres amorfos hechos de sopa hirviendo.

"¡Saluda a los soap-persons!" Le presentó el dios chino mientras él también comenzaba a sacar dos tenedores de un tamaño anormalmente grande, pareciendo espadas extrañas en vez de tenedores, y estos los agarró Zao Shen, el cual se iba a lanzar a atacar juntos a sus criaturas.

Sun Tzu sonrió mientras continuaba manteniéndose sereno y se preparaba para complacer los deseos de la guerra y acabar con todo lo que tenía su contrincante.

"¡Los extraños monstruos de sopa se van a abalanzar contra el humano! Pero parece que Zao Shen no se quedará atrás y los ayudará a acabar con él"

Sun Tzu observó como uno de los dos monstruos de sopa se acercó como si se trata de un zombie con la intención de tocarlo y quemarlo hasta la muerte ante la temperatura de sus cuerpos recién hervidos, por lo que lo esquivó con relativa facilidad, pero tuvo que ponerse en una mala posición cuando el otro monstruo de sopa también se acercó a por él, Zao Shen trató de rematar acercándose también con sus tenedores gigantes como espadas y extendiéndolas para alcanzar a Sun Tzu, el cual estaba aparentemente acorralado, o al menos eso pensaban incluso el mismo Zao Shen.