Goll caminaba por los pasillos acompañada por Hlokk la cual se había despedido de Jack con quien había visto la segunda ronda para continuar respaldando a su hermana menor, Nostradamus al parecer se había ido temporalmente a otra parte del estadio para respirar tranquilamente, nunca nadie lo había visto tan enfadado, encima consigo mismo por fallar sus predicciones.
Goll paró en una puerta la cual se abrió cuando la pequeña valkiria puso su mano. "Hlokk, ¿Puedes esperar aquí, por favor?" Pidió a Hlokk la cual accedió, seguramente iba a hacer lo mismo que hacía Brunilde cuando un combatiente humano caía en batalla, ella simplemente esperaría mientras se arreglaba el pelo, al fin y al cabo, no pudo terminar de arreglarse debido a las constantes interrupciones que estaba recibiendo.
Adentro estaba ella poniendo una jarra donde se produjo una imagen de Caín, no le tomó mucho tiempo y tampoco podía ser como lo era Brunilde, unas pocas lágrimas de pena rondaron en su cara, pero nada comparable a los numeritos que causaba hace 1000 años, ella se echó a reír un poco al recordar los años que habían pasado y seguía casi igual tanto mental como físicamente.
"Espero que pudieras redimirte, nadie te olvidará nunca Caín, ni siquiera yo, aunque antes intentaste forzarme a hacer un volund" habló antes de bajar la cabeza en señal de respeto y salir de la sala, nada más hacerlo Hlokk la saludó mientras seguía mirando su espejo, pero notó lo tensa que estaba su hermana pequeña, aunque no lo quisiera reconocer, había madurado demasiado, aunque era todavía demasiada presión para la menor de ellas.
"Hlokk, ¿Me puedes acompañar a un lugar en particular? Sé a quién voy a elegir y quiero visitarlo personalmente" Preguntó ella, aunque sabía que aún sin hacerlo ella la iba a seguir, o si no lo haría Hrist o alguna otra hermana.
"Por cierto Goll, un ángel enfermero pasó por aquí y me informó que el Rey Midas ya estaba despierto en la enfermería, por si te interesaba verlo" dijo la undécima valkiria con algo de desinterés limitándose únicamente a compartir lo que le dijo el enfermero.
"Luego lo saludaré, seguramente ese ángel también debió habérselo contado a su familia, ahora la prioridad es ver al siguiente peleador" dijo Goll con la voz algo temblorosa, por mucho que hubiera madurado seguía siendo la de siempre.
Ambas avanzaron y Hlokk se sintió tentada a preguntar quién sería el siguiente pelearon y a la vez a quien iban a visitar, pero prefirió verlo por sí misma y sorprenderse, cuando llegaron a la habitación del sujeto Hlokk se sorprendió al ver que en la puerta había una bandera gigantesca de color rojo con dos símbolos, una estrella y un cruce entre un martillo y una hoz, aunque la undécima valkiria no sabía tanto de historia humana como sus hermanas, reconoció esa bandera a la perfección.
"Entremos hermana, sin miedo" dijo Goll temblorosa fracasando en su intento por sonar segura de sí misma mientras Hlokk seguía pensativa, ¿Un miembro de la Unión Soviética era el elegido? Eso la hacía aún más insegura, la URSS provocó un verdadero caos en el mundo humano durante el siglo XX.
Cuando se adentraron en la habitación veían una gran cantidad de banderas iguales a la de la puerta mientras también habían muchas armas colgadas en las paredes como adornos, Goll tragó saliva fuertemente mientras avanzaba a encontrarse con el líder más poderoso e importante en toda la historia de la Unión Soviética, Iósif Vissariónovich Dzhugashvili, también conocido como Stalin.
En el fondo estaba él, un hombre de altura y peso promedio, sentado en una gran mesa mientras se daba un festín con lo que parecía ser carne de muy buena calidad, llevaba la ropa que usaba cuando era líder de la URSS y su mostacho frondoso también estaba allí, era igual a los retratos, Stalin pareció darse cuenta de la presencia de las valkirias, sonriendo de forma algo paternal mientras señalaba dos sillas que habían alrededor de la mesa. "Muy buenas, ¿Tenéis hambre? Aparte de esta jugosa carne también tengo nueces, ajo, ciruelas y granadas" ofreció mientras las dos valkirias parecieron dudar, pero Goll lo pensó mejor, seguramente querrá discutir mientras disfrutan de una buena comida. "Está bien señor Stalin" dijo Goll mientras se acercaba y tomaba asiento, Hlokk la siguió con algo de nerviosismo mientras Goll estaba aterrada por dentro, tenía en la misma mesa al hombre conocido por ser responsable de más muerte que el mismísimo Adolf Hitler.
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"Otra vez" El Segundo Ragnarok
Fiksi PenggemarLa humanidad lo consiguió, salió victoriosa del Ragnarok y con ello se ganaron 1000 años de paz. Aún así no todo es felicidad, Brunilde murió y ahora Goll es la líder de las valkirias. Pero esos 1000 años ya han pasado y los dioses buscan venganza...