Decimotercera Ronda: Parte 2

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(Flashback, Reino Celestial del panteón chino, hace muchos milenios)

En ese entonces, el panteón chino estaba dividido en distintas entidades que luchaban por liderar a los demás, y eso se decidía a través de recuentos de fieles creyentes mortales, lo que eso se traducía en bendecir a los pueblos creyentes para obtener más devotos, en ese momento el líder del panteón era una entidad apodada como *El emperador de Jade*, el cual estaba escuchando noticias alarmantes contadas por varios dioses enojados.

"¡Entró en mi palacio y robó una de las columnas para hacerla su bastón!" Se quejó un dragón.

"¡Nosotros solo cumplíamos con el trabajo diciendo que su hora de morir había llegado! ¡Y se excusó diciendo que era un rey inmortal y luego nos golpeó! ¡Ese maldito mono está fuera de control!" Ésta vez fue una entidad con aspecto esquelético encargado de llevar a las almas morales al más allá.

"Tal parece que no es un simple héroe mono, por la descripción que me estáis diciendo me recuerda bastante a los dioses del panteón egipcio o mesoamericano, es decir, dioses con propiedades animales" Dedujo el emperador de Jade mientras llevaba una mano a su mentón en señal de que estaba pensando qué hacer.

"¿¡Eso significa que ese simio engreído es un dios!?" Exclamó un dios menor del panteón con bastante miedo, pues muy mala fama envuelve a ese rey mono, ha estado causando caos entre los dioses chinos, y todo por engrandecerse y demostrar su superioridad.

"Si todo lo que me habéis contado no es exagerado, lo más seguro es que sea un dios nacido de la aparente nada, no hay forma de que un mortal sea tan poderoso, pero tranquilos todos, trataré de hablar con él pacíficamente" Trató de tranquilizar el emperador de Jade, provocando desconcierto en todo el mundo, nadie quería que ese simio fuera reconocido como un dios ni mucho menos que se salga con la suya, pero el actual líder del panteón tenía toda la autoridad y poder para hacer que el resto cierre sus bocas y dejen de protestar, al menos por el momento.

Pasaron unos cuantos días desde esa reunión, y el emperador de Jade tenía delante al mismísimo rey mono que está causando tantos problemas dentro del panteón, Sun Wukong, el cual estaba sentado en su nube voladora con los brazos detrás de sus hombros a modo de expresar su aburrimiento y su falta de respeto hacia quién debería ser alguien superior, pero el emperador no quería problemas, por lo que trató de continuar de la manera más formal posible.

"Me alegra saber que has aceptado mi propuesta para buscar pacíficamente una solución a los recientes problemas que estás causando" Habló el emperador de Jade, pero Sun Wukong respondió de forma algo aburrida.

"Deja de ser tan formal, sé lo que intentas, quieres quitarme de en medio por ser demasiado peligroso y amenazar tu estúpido trasero de dios arrogante, ¿Podemos pasar ya a los puñetazos y quitarte el puesto como emperador?" Habló Sun Wukong con una sonrisa aparentemente amable, pero quien sepa lo que significa sonreír de esa manera en un chimpancé sabe que realmente está enojado ante la actitud que han mostrado todos los seres divinos con los que se ha cruzado, nadie lo trató con respeto por lo que él tampoco lo hará, conseguirá una posición elevada por sus propios méritos y logrará ser respetado finalmente, ese es su objetivo.

El emperador de Jade estuvo a punto de caerse del trono donde estaba sentado por la sorpresa de escuchar tales palabras del rey mono, pero logró mantenerse sereno y contestar.

"Tranquilo, Sun Wukong, no te he llamado para eliminarte y no hace falta que me arrebates el título de emperador, solo quiero que ganes el respeto de los demás dioses del panteón a través de una sencilla prueba, conseguirás respeto si lográs hacerlo correctamente" Habló el emperador de Jade, consiguiendo la atención de Sun Wukong, el cual, también buscando entretenimiento, encontró esa supuesta prueba como algo que seguramente requerirá esfuerzo.

"Otra vez" El Segundo RagnarokDonde viven las historias. Descúbrelo ahora