Las lágrimas de Shiva se multiplicaron cuando observó como el cuerpo de Ganesha se convertía en aquel cristal para desaparecer para siempre de la faz del universo.
"Amigo, quédate aquí llorando la muerte de Ganesha, yo me reuniré con los dioses" Dijo Rudra mientras le dedicaba una mirada solemne a su mejor amigo y salía del balcón hindú con Tlaloc detrás suyo debido a que le quería presentar la sorpresa que tenía preparada para él.
Mientras tanto, en el balcón de las valkirias, Goll observó como los ángeles encargados de la enfermería se llevaban a Platón para tratar las severas heridas de su cuello a causa de la casi estrangulación que sufrió.
"Cada vez más cerca de la victoria" Dijo la joven valkiria con una sonrisa de oreja a oreja. Hrist se volvió ruda de repente para celebrarlo también.
"¡Esos hijos de puta de seguro están arrepentidos!" Dijo la segunda hermana mientras Hlokk asentía con la cabeza, la undécima valkiria en este momento recordó lo que ella sabía y el resto de sus hermanas no, que si los dioses perdían serían exterminados, y de seguro que Nut tampoco tiene interés en compartir esa información con Goll.
"Ahora debemos elegir al indicado para alejarnos más de los dioses" Dijo Goll mientras salía del balcón con gran energía, siendo acompañada por Hlokk y Nut.
Pero Goll apenas pudo alejarse unos cuantos metros antes de ser detenida por alguien totalmente desconocido.
"Saludos, valkiria, deja que me presente, me llamo Astaroth y soy el nuevo líder de los demonios" Dijo el demonio supremo con rasgos de murciélago, haciendo que Goll retroceda de un salto por la impresión y miedo de tener delante a uno de esos seres de pura oscuridad, Nut se puso delante de Goll con intención de defenderla mientras Hlokk hacía todo lo contrario, manteniéndose a una buena distancia de Astaroth.
"¿Qué quieres, demonio?" Preguntó Nut de forma muy brusca y ruda, cosa que el demonio no pareció darle importancia.
"No estoy hablando contigo, asesina de demonios" Contestó Astaroth con una sonrisa ciertamente perturbadora, pero Nut se sintió alagada por el título que ahora posee dentro del infierno.
"Ahora mismo estoy ocupada, debo de elegir al próximo peleador de la humanidad, dinos que deseas de mí" Dijo Goll con la voz temblorosa mientras Astaroth soltó una risa tan sospechosa como retorcida.
"Eres tan adorable como escuché, no hace falta que te asustes de mí, no soy Satanás, solamente busco ayudarte en compensación por lo que sucedió hace varias rondas donde nuestro antiguo líder peleó en favor de las divinidades" Dijo el demonio con rasgos de murciélago mientras esperaba una respuesta con una de esas sonrisas tan turbias, pero fue Hlokk quien se adelantó esta vez.
"¿Entonces los demonios no estáis del lado de las deidades?" Preguntó la undécima valkiria, haciendo que Astaroth se ría brevemente mientras negaba con la cabeza.
"Los demonios no apoyamos a ningún bando, pero considero que os debo de ayudar para equilibrar la ayuda dada a los dioses, ¿O acaso no te interesa tener ayuda de unos seres tan poderosos como somos los demonios?" Preguntó Astaroth, haciendo que Goll se lo replantee, pero Nut contestó de nuevo con rudeza.
"¡¿De verdad crees que necesitamos la ayuda de unos mentirosos embaucadores como vosotros?!" Gritó Nut con intención de proteger a Goll de cualquier truco sucio que esté intentando Astaroth, el cual pareció fruncir el ceño levemente para unos segundos después volver a su expresión alegre pero perturbadora.
"Comprendo que no soy bienvenido, no pasa nada, pero si necesitáis mi ayuda, estaré por la zona sur del estadio, viendo las batallas desde una pantalla" Dijo el demonio para irse por un camino tranquilamente, dejando a las tres presentes con muchas dudas sobre las intenciones de ese demonio.
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"Otra vez" El Segundo Ragnarok
FanficLa humanidad lo consiguió, salió victoriosa del Ragnarok y con ello se ganaron 1000 años de paz. Aún así no todo es felicidad, Brunilde murió y ahora Goll es la líder de las valkirias. Pero esos 1000 años ya han pasado y los dioses buscan venganza...