Nerida
Era Lunes por la tarde, estaba camino al cementerio para visitar a mi padre, hiba en compañía de Alicia quien insisto demasiado para acompañarme, dijo que ella también necesitaba hablar con el y que al igual que yo lo extrañaba era como un padre para ella.
En poco rato llegamos ambas a el cementerio, había más flores de las que recordaba la última vez que vine y también el pasto estaba recién cortado.Frente a él cementerio había una tienda de helados, Alicia me miro con una cara de complicidad.
—Nerida... Ire por unos helados ahora te alcanzó. —dijo y se marchó dando saltos y sonriendo.
Suspire y entre a el cementerio, caminando por los pequeños pasillos que había entre las tumbas hasta llegar a la de mi padre, la mire por un momento y después quite las flores marchitas de encima de ella colocando las nuevas, jamás le traía rosas, solía llevarle girasoles o margaritas. Termine de acomodar las flores y me levante dando un suspiro largo.
—Te extraño...—dije en un suspiro—Todos los días te necesito a mi lado, necesito tus consejos, extraño que me hagas cosquillas, y que me persigas por toda la casa para llevarme a lavar los dientes. Pero sabes ya no me siento tan sola como antes, tengo a Alicia y conocí a un chico,...Aaron el me hace feliz , me hace sonreír, me gustaría que lo pudieras conocer, te caería de maravilla seguro que se llevarían bien...—una vez más suspire y limpie las lágrimas que empezaban a resvalarse por mis mejillas.—Papá... Te amo.
Sonreí y levante la vista, me quedé helada al ver ese cabello rubio, y esos ojos que me destruyeron el el pasado... No podía ser verdad, no ahora que todo hiba de maravilla el volvía a mi vida justo en este lugar y en este momento.
Daniel a paso rápido comenzo a caminar hacia mi con una mirada de repulsión y odió, quería correr, quería gritar, pero nada salía de mi boca y mis extremidades no respondían para salir corriendo.
Daniel llegó hasta donde estaba yo, lágrimas corrían con intensidad por mis mejillas, sentía otra vez el tacto de aquellas manos sobre mi cuerpo.Daniel con una sonrisa me tomo de el cuello acercándose más a mi y apretando con fuerza.
—Nos volvemos a ver presiosa...—dice con una voz que me genera escalofríos.—Sabes que por tu culpa me internaron... Por que fuiste a decirles a mis amados padres que bebía, y me mandaron a Australia. —dice el apretando con más fuerza mi cuello.
Empezaba a ver borroso, mis labios estaban completamente secos, el nuevamente volvió a hablar acercando su rostro al mio. -Y ahora que volvi, te haré la vida imposible mi presiosa Nerida. -rozó sus labios en mi mejilla mientras sonreía.
Mis ojos comenzaron a hacerse pesados, por el agarre de Daniel en mi cuello sabia que me desmayaria o moriría en cualquier momento. Una vos a lo lejos se escuchó.
—Neri...—Alicia se quedó en silencio, corriendo hacia mi para empujar a Daniel con todas sus fuerzas. Daniel me soltó y yo caí al suelo, tosiendo con fuerzas y temblando del miedo que senti en ese momento.
Alicia se abalanzó contra el dándole una patada en los testículos, y después en el estómago cuando Daniel se dobló, ella le dijo que llamaría a la policía, y en ese momento yo me desmaye...
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D
esperté en casa de Alicia horas más tarde, con dolor en el cuello y en las rodillas, no entendía como llegue ahí, tal vez Alicia llamo aún taxi y me subió ella. Escuché unas voces las reconocía a ambas, era Alicia... Y... Aaron.

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𝐌𝐚𝐬 𝐚𝐥𝐥𝐚 𝐝𝐞𝐥 𝐜𝐢𝐞𝐥𝐨
RandomTodos sabemos cómo se forman las estrellas , si esas que brillan en el cielo y se encuentran a millones de kilómetros. ¿Pero que pasaría si la persona que es tu estrella se separa de ti? ¿Si esa persona que te reconstruye es capaz de volverte a romp...