capítulo 18

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Nerida

Era temprano, Alicia estaba brincando en mi cama con emoción, mientras yo terminaba de arreglarme, ambas habíamos acordado que ella vendría a mi casa y nos iríamos juntas a el Instituto.

—Alexandro dice que Aarón es emo.—dijo tratando de contener la risa.

—¿Enserio dijo eso?.

—Si, ayer cuando te fuiste.

—Bien... Alexandro acaba de sellar su condena. —dije apuntando con la brocha de maquillaje a Alicia.

Estaba intentando hacerme un difuminado con una sombra café, pero para mí mala suerte la belleza no era lo mío, y tenía la cara echa un desastre. Suspire y con una toallita limpie mi rostro con cuidado para retirar el maquillaje.

Salimos ambas de mi casa, no sin que antes Alicia le suplicara a mi madre que le regalará las galletas de chocolate, que en este instante comía con felicidad mientras caminabamos.

—No creo que Aarón sea emo.—dijo ella mientras se comía una galleta. —Es mas el chico oscuro y misterioso de la escuela.

—Eso suena claramente a la descripción de un emo Alicia.

—Los emos escuchan metal y son diabólicos.

—Eso es mentira, y Aarón escucha algo así.

—Entonces tu novio es emo.

Rode los ojos y continúe caminando, no tenía muchos ánimos de hablar de Aarón, a pesar de que la noche anterior había quedado el asunto arreglado, yo aún tenía un presentimiento sobre eso.Y sumandole  ayer mientras estabamos en las carreras no paraba de sentir que alguien me miraba, busque por todos lados pero no vi a nadie.

Llegamos al Instituto, entramos buscando a Alexandro, Alicia me dijo que tenía un asunto pendiente con el, y que le debía unos dulces.Lo encontramos hablando con el capitán del equipo de básquetbol, esperamos un rato hasta que finalmente se acerco a nosotras.

—Antes que nada, lo que haya dicho Alicia es  mentira. —dijo mirándome.

—Ya no hay vuelta atrás la guerra ya se declaró Alexandro.

—Bien tendré que aceptar las consecuencias de las historias de Alicia.—dijo el con dramatismo.

Comenzamos a reír los tres y después caminamos hacia nuestra clase, para mi suerte el día de hoy estabamos los tres y no tendría que sentarme junto a Aarón, y no lo evitaba, de echó había hablado con el antes de la llegada de Alicia, solamente estaba algo confundida y necesitaba pensar las cosas. Cuando entramos a el Salón Alicia dio un pequeño grito de felicidad.

Entendí el por qué cuando me acerque a la banca donde solia sentarme siempre, sobre ella había , pétalos de tulipanes rojos , eran tantos que casi parecía forrado el asiento con ellos,sobre los pétalos había un pequeño brazalete, con la constelación de Andrómeda.

Aun lado de el brazalete había una hoja doblada, y con el nombre de Aarón.

—Lo que sea que haya echo, se arrepintió bastante bien. —dice Alicia mirándome.—Te ayudaré a ponerte el brazalete, es bonito.

𝐌𝐚𝐬 𝐚𝐥𝐥𝐚 𝐝𝐞𝐥 𝐜𝐢𝐞𝐥𝐨Donde viven las historias. Descúbrelo ahora