capítulo 16

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Aaron

Miraba a Nerida, esperando su respuesta con una sonrisa, ansiaba con todo mi ser que dijera un "si".

—Pensé que jamás lo dirás Aarón. —dijo Nerida con una sonrisa en sus labios y acercándose nuevamente a mi.

—¿Eso es un si linda?

—Definitivamente.—Nerida beso mis labios, con ternura, después de unos minutos nos separamos y mire sus ojos.

—¿Nos vemos mañana?. —pregunto sonriendo.

—Pasaré por ti temprano, tal vez te despierte.

—Si no quieres que este de mal humor todo el día, por tu bien no lo hagas Aarón.

—No me molestaría verte con tu cara de Pitufo gruñon.

Nerida rueda los ojos y me enseña la lengua antes de salir de él coche, cuando está apuntó de entrar observo que regresa y toca la ventana de el auto, haciendo una señal para que baje el vidrio.

—Te quiero. —dijo con una sonrisa. —Se me había olvidado decirlo antes de irme.

—Y yo a ti stella. —Nerida se alejó de nuevo y entró a su casa, encendí el coche poniéndolo en marcha.

Tarde muy poco en llegar a mi casa, esta ves las luces estaban encendidas, lo que significaba que alguien estaba en casa, estacione el auto y baje, llegue a la puerta de mi casa y entre, se escuchan unas voces a lo lejos, y algunas risas también.

Entre a la cocina, observe a mi padre con una mujer de cabellera rubia, quien sonreía y lo miraba con admiración, el le volvió a llenar la Copa de vino con  una sonrisa en su rostro, pronto se percató de mi presencia.

—¿No vas a saludar Aarón?—dijo mi padre con un tono de voz serio.

—Buenas noches.—dije dispuesto a irme pero el me detuvo llamándome por mi nombre.

—Aarón... Ella es Irina, mi futura esposa. —me quedé en shock, no podía procesar lo que acababa de escuchar y mucho menos creía que fuera posible.

—¿Futura esposa? —dije con un tono de vos serio.

—Así es, deberías de ser más educado.

—¿Cuando pensabas decírmelo?.

—No tengo por que decirte lo que haga con mi vida Aarón.

—¿Y nada más así, piensas olvidar a mi madre y ya?.

—Hace dos años que murió, y tengo derecho de continuar con mi vida.

—¿Ahora piensas en remplazarla?.

—Irina, jamás será un reemplazo de tu madre.—dijo el con un tono de enfadó.

—En eso tienes razón.

—Será mejor que te retirar ahora Aarón.

—¿O que?, vas a golpearme, como solías hacerlo hace años atrás.

—¡RETIRATE AHORA! —grito con fuerza.

𝐌𝐚𝐬 𝐚𝐥𝐥𝐚 𝐝𝐞𝐥 𝐜𝐢𝐞𝐥𝐨Donde viven las historias. Descúbrelo ahora