SHUUMATSU NO VALKYRIE x MAJO TAISEN

SASAKI KOJIRO VS POSEIDÓN

En la arena, Sasaki Kojiro afilaba su katana, preparándose para ser el siguiente en enfrentar a los dioses. Sus movimientos eran meticulosos y precisos, reflejando años de dedicación y práctica.

Sasaki Kojiro: (para sí mismo) Esta será una batalla digna. Poseidón, el dios del mar, será un oponente formidable. Pero la técnica y la disciplina prevalecerán.

Brunhilde miró a Sasaki desde el balcón, sabiendo que él era uno de los mejores espadachines que la humanidad había producido. Su confianza en él era inquebrantable.

Brunhilde: (para sí misma) Sasaki Kojiro, confío en que tu habilidad y destreza nos darán otra victoria. Los humanos no deben ser subestimados.

Heimdall: (anunciando) ¡La siguiente batalla está por comenzar! En un lado, tenemos a Poseidón, el dios del mar, y en el otro, Sasaki Kojiro, el legendario espadachín de Japón. ¡Que la batalla comience!

Poseidón caminó hacia la arena con su tridente resplandeciente, su mirada fija en Sasaki. El dios del mar irradiaba una presencia imponente y poderosa.

Poseidón: (con voz firme) Humanidad, su victoria anterior fue solo un golpe de suerte. Ahora enfrentarán el verdadero poder de un dios.

Sasaki Kojiro: (con calma) La suerte no tiene lugar en el combate. Es la habilidad y la preparación lo que determina el resultado. Estoy listo para enfrentarme a ti, Poseidón.

La arena se llenó de tensión mientras ambos combatientes se preparaban. Los dioses y los humanos observaban con expectación, conscientes de la importancia de cada batalla en este Ragnarok.

Hella: (mirando a Brunhilde una última vez) Disfruta de esta pequeña victoria mientras puedas. La oscuridad siempre encuentra una manera.

Brunhilde: (con determinación) La luz de la humanidad siempre brillará, incluso en la oscuridad más profunda.

Con esas palabras, Hella se retiró, mientras Sasaki y Poseidón se enfrentaban en el centro de la arena.

Poseidón levantó su tridente, y con un movimiento majestuoso, invocó las aguas que comenzaron a inundar la arena. De las profundidades surgieron todo tipo de criaturas acuáticas letales: tiburones gigantes, anguilas eléctricas y serpientes marinas. Los espectadores observaban asombrados mientras el poder del dios del mar se desplegaba.

Poseidón: (con una voz resonante) ¡Humano, enfréntate al poder del océano! ¡Veamos cómo te las arreglas contra mis criaturas marinas!

Sasaki Kojiro, con su mirada tranquila y calculadora, observaba el torrente de agua y las bestias que se lanzaban hacia él. Con movimientos rápidos y precisos, comenzó a esquivar y a cortar a las criaturas con su katana, transformándolas en sashimi en cuestión de segundos. Cada movimiento era una obra de arte, una danza mortal de técnica y precisión.

Sasaki Kojiro: (con voz calmada) No importa cuántas criaturas invoques, Poseidón. He perfeccionado todas las técnicas de esgrima conocidas y he creado algunas propias. No hay nada en el agua que pueda detenerme.

Poseidón observó con furia contenida cómo Sasaki se deshacía de sus invocaciones. Con un movimiento de su tridente, manipuló las aguas a su alrededor, creando corrientes rápidas y remolinos que se arremolinaban en torno a él y Sasaki. El campo de batalla se transformó en una vorágine de agua y furia marina.

Poseidón: (gritando) ¡Las aguas del océano están a mi favor! ¡No puedes escapar de mi dominio, humano!

Sasaki mantuvo su postura, sus ojos se movían rápidamente, analizando cada movimiento de las aguas. Con una calma sobrehumana, comenzó a moverse, esquivando las corrientes y utilizando su katana para desviar los ataques de agua. Cada golpe de su espada parecía anticipar los movimientos del agua, como si estuviera leyendo la mente de Poseidón.