Heimdall, con su característica voz poderosa, anunció el inicio de la siguiente ronda.
Heimdall: "¡La próxima batalla está a punto de comenzar! Del lado de los dioses, entra Hermes, el mensajero alado, sirviendo lealmente a los olímpicos."
Hermes, vestido inesperadamente con un traje de mayordomo, entró a la arena. Afrodita, con una sonrisa coqueta, le hizo una señal desde las gradas.
Afrodita : "¡Vamos, Hermes! No te olvides de mi cóctel."
Hermes suspiró, su expresión una mezcla de resignación y determinación. Ares, disfrutando de la situación, se burló desde las gradas.
Ares: "¡Nunca pensé que vería al mensajero de los dioses vestido como un sirviente! Pero obedece bien, Hermes."
MUY PRONTO TE TOCARÁ, ARES.
Hermes, con su habitual rapidez, entregó el cóctel a Afrodita y luego se dirigió al centro de la arena, ajustando su traje de mayordomo con un gesto de dignidad recuperada.
Hermes: "Este es solo un disfraz, hermano Ares. Ya verás de lo que soy capaz, incluso con este atuendo."
Heimdall continuó, su voz retumbando por la arena.
Heimdall: "Y del lado de la humanidad, una figura imponente y regia. Entrando en un majestuoso caballo, acompañada por un tercio de soldados que han derrotado a sin fin de enemigos en Europa. Aquella mujer que unificó un país e impulsó su expansión fuera del continente. ¡Es Isabel la Católica, Reina de Castilla!"
La puerta de la arena se abrió, y un caballo blanco adornado con finos mantos apareció, llevando a Isabel la Católica, que vestía una armadura resplandeciente y un manto real. Detrás de ella, un grupo de soldados españoles ejecutaba una marcha perfectamente coordinada, sus movimientos precisos y marciales, reflejando la disciplina del ejército que había llevado a Isabel a grandes conquistas.
Isabel, con una mirada firme y decidida, levantó la mano para saludar a la audiencia, que estalló en vítores.
Isabel la católica: "Hoy, lucho no solo por mi fe y mi reino, sino por toda la humanidad. ¡Que Dios y la justicia estén de nuestro lado!"
Hermes, observando a su contrincante, hizo una reverencia elegante.
Hermes: "Es un honor enfrentarme a una reina tan ilustre. Pero no esperes piedad, Majestad. Lucharé con todas mis fuerzas."
Desde el balcón de los dioses, Zeus miraba con atención.
Zeus: "Hermes, demuéstrales el poder y la astucia de los olímpicos. No toleraré una derrota."
Afrodita, saboreando su cóctel, añadió con un guiño.
Afrodita : "Hazlo bien, Hermes, y quizá te recompense con algo más que un traje de mayordomo."
En el balcón de la humanidad, Amaru observaba con interés.
Amaru: "Isabel es una mujer fuerte y determinada. Tiene todo lo necesario para enfrentarse a los dioses. Aunque fue ella quien habrá hecho enojar a mis hermanos con la conquista años después."
Tesla, siempre analítico, comentó.
Nikola Tesla: "Su mente estratégica y su liderazgo serán sus mayores armas. Esta batalla será fascinante."
La arena se llenó de tensión mientras ambos combatientes se preparaban para el enfrentamiento. Hermes, con su velocidad y astucia, contra Isabel, con su determinación y fuerza de liderazgo. La batalla estaba por comenzar, y ambos bandos estaban listos para demostrar su poder y valor en esta nueva ronda del Ragnarok.
ESTÁS LEYENDO
SHUUMATSU NO VALKYRIE x MAJO TAISEN
FanfictionEn un mundo donde la humanidad se enfrenta a la ira de los dioses, una alianza inesperada surge para desafiar el destino predeterminado. Brunhilde, líder de las Valkirias, propone el Ragnarok durante el Walpurgis como la última esperanza para detene...