Amaru seguía interactuando con muchos de los humanos presentes. Tupac Yupanqui, Manco Cápac y Chañán Cori Coca no podían creer que Amaru, la serpiente andina voladora, fuera una especie de adolescente más agitado que el temible dios que solían adorar. Sin embargo, Amaru parecía estar disfrutando de su tiempo, comiendo dulces que le había traído Buda.
Amaru: "¡Estos dulces son increíbles! Gracias, Buda. ¡Nunca había probado algo así!"
Buda: (sonriendo) "Me alegra que te gusten, Amaru. Recuerda, incluso en medio de la guerra, un poco de dulzura puede hacer la diferencia."
Tupac Yupanqui: "Es sorprendente verte así, Amaru. Siempre te imaginé como un ser imponente y temible."
Manco Cápac: "Sí, y ahora estás aquí, disfrutando de dulces como un niño. Es... inesperado."
Chañán Cori Coca: "Pero también reconfortante. Nos recuerda que incluso los dioses pueden tener su lado humano."
Amaru: "¡Claro! La vida es para disfrutarla, no solo para temerla. Además, ¿quién dice que un dios no puede disfrutar de un buen dulce de vez en cuando?"
En ese momento, Heimdall tomó la palabra, anunciando la siguiente pelea. Su voz resonó por toda la arena, captando la atención de todos.
Heimdall: "¡Atención, espectadores! La siguiente ronda de este épico enfrentamiento está a punto de comenzar. Del lado de los dioses, se presenta Artemisa, la diosa de la caza, acompañada por los animales del bosque."
Artemisa entró en la arena, rodeada por una multitud de animales del bosque. Venados, lobos, búhos y otros animales la acompañaban, creando una atmósfera de naturaleza y poder.
Artemisa: "La caza ha comenzado, y ninguno escapará de mi arco."
Heimdall: "Y del lado de la humanidad... la nieve ha comenzado a caer, trayendo consigo a muchos perros pastores lapones. ¡Es un indicio claro! ¡Llega Simo Häyhä, el francotirador más letal de la historia!"
La nieve comenzó a caer lentamente, cubriendo la arena en un manto blanco. Entre los copos de nieve, los perros pastores lapones corrían, abriendo paso a Simo Häyhä, la Muerte Blanca. Los espectadores finlandeses comenzaron a vitorear a su héroe con entusiasmo.
Simo Häyhä: "El frío no me detiene, y mi objetivo siempre es certero."
Desde las gradas, muchos finlandeses famosos echaban porras a su mayor héroe.
Jean Sibelius: "¡Muéstrales la fuerza de Finlandia, Simo!"
Linus Torvalds: "¡Eres el orgullo de nuestra nación! ¡Demuéstrales lo que podemos hacer!"
Simo Häyhä avanzó con determinación, su rifle al hombro y su mirada fija en Artemisa. La diosa de la caza lo observaba con curiosidad y respeto.
Artemisa: "Un cazador enfrentando a una cazadora. Esto será interesante."
Simo Häyhä: "La naturaleza nos ha dado las habilidades para sobrevivir. Veremos quién es el verdadero maestro de la caza."
El enfrentamiento comenzó con una tensión palpable en el aire. Artemisa, rodeada por sus animales, disparó su arco con precisión mortal, mientras Simo se movía con sigilo entre la nieve, utilizando su entorno a su favor.
Artemisa: "Tu sigilo es impresionante, mortal. Pero no puedes esconderte de mis flechas."
Simo Häyhä: "La paciencia y la precisión son mis armas más letales. No subestimes a un francotirador."
Los animales de Artemisa intentaban localizar a Simo, pero él se movía con la destreza de un fantasma, aprovechando cada cobertura y disparando con precisión letal. Las balas de Simo eran como sombras invisibles en la nieve, cada disparo calculado con una exactitud fría.
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SHUUMATSU NO VALKYRIE x MAJO TAISEN
Fiksi PenggemarEn un mundo donde la humanidad se enfrenta a la ira de los dioses, una alianza inesperada surge para desafiar el destino predeterminado. Brunhilde, líder de las Valkirias, propone el Ragnarok durante el Walpurgis como la última esperanza para detene...