HIPATIA DE ALEJANDRIA VS MORRIGAN

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La arena se llenó de expectación mientras Heimdall se preparaba para anunciar a los combatientes de la siguiente ronda.

Heimdall: (con voz potente) ¡En la esquina del bando de los dioses, la diosa de la guerra y la soberanía, Morrigan!

Morrigan entró en la arena envuelta en sombras, su presencia llenando el aire con una sensación de peligro inminente. La multitud observaba en silencio, hipnotizada por su figura.

Heimdall: (continuando) ¡Y en la esquina de la humanidad, la filósofa y matemática de Alejandría, Hipatia!

Hipatia entró con gracia y confianza, su belleza e inteligencia irradiando en cada paso. Llevaba armas prestadas de Leonidas y María Antonieta: un escudo robusto adornado con motivos griegos y una espada decorada con flores y diamantes.

Hipatia: (mirando a Morrigan) No me intimidas, diosa. La razón y la ciencia siempre prevalecerán.

Morrigan: (sonriendo con desprecio) ¿Razón y ciencia? No tienen lugar en el campo de batalla, humana. Aquí, sólo la guerra y el caos reinan.

En una banca cercana, los grandes filósofos de la antigüedad observaban con interés. Aristóteles, Platón, Tales, Anaxímenes y Zenón discutían entre ellos mientras seguían cada movimiento de Hipatia.

Aristóteles: (analizando) Hipatia es una mente brillante. Su conocimiento en matemáticas y filosofía puede darle una ventaja estratégica.

Platón: (asintiendo) Pero no debemos subestimar a Morrigan. Ella es una diosa de la guerra y conoce bien el arte del combate.

Tales: (mirando atentamente) La clave estará en cómo Hipatia use su inteligencia para contrarrestar la fuerza bruta de Morrigan.

Anaxímenes: (pensativo) La batalla será larga. Hipatia debe mantener la calma y utilizar sus conocimientos al máximo.

Zenón: (con una sonrisa) Me intriga ver cómo aplicará sus paradojas en este enfrentamiento.

La pelea comenzó con un choque feroz. Morrigan invocó espectros y fantasmas para atacar a Hipatia, pero la filósofa se defendió con agilidad, usando su escudo para bloquear los golpes y su espada para contraatacar. Cada movimiento de Hipatia estaba calculado, buscando puntos débiles en la defensa de Morrigan.

Hipatia: (pensando en voz alta) Cada ataque suyo tiene un patrón. Si puedo encontrar una forma de romper su ritmo, puedo ganar.

Morrigan: (burlona) ¿Crees que tus teorías pueden salvarte? ¡Te destruiré!

Hipatia lanzó una serie de golpes rápidos, obligando a Morrigan a retroceder. Utilizó conceptos matemáticos para predecir los movimientos de la diosa, esquivando ataques con precisión milimétrica.

En las gradas, Aristóteles y los otros filósofos observaban con atención.

Aristóteles: (emocionado) ¡Miren cómo aplica su conocimiento en cada movimiento! Es una táctica brillante.

Platón: (impresionado) La razón y la ciencia están demostrando su valor en el campo de batalla.

Morrigan, furiosa por la resistencia de Hipatia, invocó un enjambre de fantasmas que rodearon a la filósofa, buscando debilitarla.

Hipatia: (calmada) No dejaré que me derrotes tan fácilmente.

Con una habilidad sorprendente, Hipatia usó el escudo para desviar a los fantasmas y la espada para cortarlos, transformando la defensa en un ataque continuo.

La pelea se prolongó, ambos combatientes mostrando su destreza y tenacidad. Hipatia, con su intelecto y habilidad, comenzó a ganar terreno, mientras Morrigan se volvía cada vez más agresiva.

SHUUMATSU NO VALKYRIE x MAJO TAISENDonde viven las historias. Descúbrelo ahora