Título: 𝑶𝒎𝒆𝒈𝒂 𝒆𝒔 𝒊𝒈𝒖𝒂𝒍 𝒂 𝒅𝒆𝒃𝒊𝒍𝒊𝒅𝒂𝒅
Sus ojos se abrieron pesadamente, la sensación de cansancio y entumecimiento eran igual que su anterior cuerpo, no dormía mucho ya que el negocio ilegal era difícil de manejar además que requeriría mucha de su vitalidad.
Ahora mismo se preguntaba como es que tenía tiempo para divertirse como una zorra, rodó sus ojos ya que ahora se estaba regañando mentalmente por su anterior vida galante e ilegal, no era momento ya que no tiene sentido ahora. El cansancio que ahora siente no se compara con la de aquella vida, se había desvalado para saber acerca del mundo que lo rodea, puede ir al hospital pero se podría verse sospechoso, ahora que era un omega vulnerable ante los alfas.
Este mundo no es tan correcto como el suyo pero habían más leyes, reglas y acatamientos estrictos ante los géneros, los omegas y alfas deben ponerse aisladores además que habían zonas exclusivas para ambos géneros. Su mente era retorcida aún que no lo quisiera, pero entiende que tal vez haya un mercado negro, por supuesto lo busco bajo un seudónimo. El mercado negro era tan enfermo como lo imagino, sonrió torcidamente ya que era tan predecible no le sorprendió tanto ya que en su propio mundo habían otras clases de cosas.
Vendían desde cosas tan sencillas como feromonas, que su venta era ilegal, prótesis, grandulas y lo más escalofriante para los mortales era la venta de omegas y alfas, pero para él era lo mismo que vender seré humanos. Esta era la cara de la humildad que nadie se atrevía a hacer o decir algo, como el que estaba de bajo de un perfil falso, tan sencillo como entrar si ya eres experimentado. Cuando acabo su búsqueda y responder algunas preguntas elimino de nuevo los datos de la computadora.
Tenía en claro una cosa, su género, no quería ser un omega. Suena despectivo, además que puede interpretar que se estaba despreciando a si mismo, tenía algo de cierto pero los omegas eran vulnerables ante la sociedad, los tiempos cambian y por suerte la ciencia hace lo suyo y contribuye a favor de los más débiles. Hay miles de métodos para ocultar feromonas y no percibirlas, la más extrema era quitar su glándula esto hace que desaparezca la época de calor, la fermona desprendida y la percepción de estas mismas.
En su lista estan como primera opción, pero aún está en prueba, hay más métodos, desde parches hasta geles qué se aplican en la nariz para disminuir el olor.
Se levantó para ir a bañarse, se dio cuenta que Jiang Cheng usaba utensilios que aumentaban el nivel de sus feromonas, por eso percibía aún más el olor, las feromonas de Jiang Cheng tenían un olor a lotos frescos eso explicaba por que simpre percibía aquella fragancia. Pero él no dejaría qué sucediera más eso, en su lista había puesto comprar jabón y champú neutros, así como desodorantes para dispersar, parches y geles.
Y cuando faltaban cinco minutos para las seis bajo con ropa deportiva discreta, se sentó en el comedor viendo la pantalle del teléfono.
-Buen día, joven maestro. - la voz de Liebing sonó a su lado, no lo miro sin embargo sí miro la mesa. Todo lo que había deseado estaba ahí y lo que no, no.
Asintió y respondió con un "hmn", Liebing no hablo mucho y tampoco él. Liebing quería disculparse por el compartimiento del día anterior de su maestro Lan sin embargo no sabia como comenzaría la conversación. Su historia no le cayó del todo bien, siempre había lidiado y atendido a los gustos del anterior joven Jiang, Jiang Cheng quien estaba enfrente a él se la hacía una flor campesina y silvestre, nada comparado con su anterior joven maestro Jiang, el falso. Un porte elegante, dulce y acomedido era el resultante de ser agradable por ello el anterior joven era deseado y admirado por muchos, siendo un tesoro invaluable, nada a comparación de Jiang Cheng.
Pero nunca a sido negligente con su trabajo, su trabajo es acatar las peticiones de su maestro Lan. Por ello escucho las instrucciones de su maestro Lan para hacer sentir cómodo Jiang Cheng pero no fue fácil, pues el joven tenía un actitud ciertamente arrogante, de vez en cuando falsa y mimada hasta un cierto punto le canso pero no podía fallar. Pero desde el día de ayer, ese joven había desaparecido por así decirlo, un aura rodeaba al joven, tan arrogante que te sometida a respetarlo, cortante e indiferente, su actitud mimada y falsa había desaparecido para ser reemplazado por una de un joven maestro que anhelaba comerse el mundo.
Vio comer a su joven maestro sin decir nada y expectante, esperando pacientemente alguna queja o ayuda, extrañamente quería la aprobación lo cual le resultaba incoherente. Siempre a sido servicial además ese era su trabajo, también estima a su maestro Lan, pero el deseo que tiene por cumplir las espectaivas del Joven maestro Jiang crecieron más sin explicaciones.
-Sr. Liebing. -
Liebing parpadeo y puso más atención, contestando de inmediato. - ¿Si?, joven Maestro Jiang. -
Jiang Cheng puso su teléfono en la mesa dejando de comer al mismo tiempo que fue dejado, del bolsillo de su pantalón saco una pequeña cartera, la arrojó a la mesa señalandola con la mirada brevemente y mirando a Liebing después. - Esto es mio, si es así, ¿qué fondos tiene?. -
Ayer no solo reviso el mundo, si no negocios al cual invertir. Sabe que Jiang Cheng es rico, sin embargo también es malvado, hasta este punto de la historia tal vez era considerado envidioso y rencoroso, hizo que Lan Xichen se casara a la fuerza con él solo por ser el verdadero, quien debía comprometerse con el Lan desde un principio. Aún que su bienvenida a la familia fue incomoda pero descrita, en la novela como una familia cariñosa qué intentó salvar a Jiang Cheng la realidad era otra. La familia Jiang juzgaba todos los pequeños movimientos, modales e incluso gestos que hacía Jiang Cheng, querían mucho al protagonista falso.
Además las comparaciones fueron al tal extremo cuando ambas feromonas fueron comparadas, la del protagonista siendo agradables, dulces y aromáticas, y las de Jiang Cheng nada del otro mundo. En este punto todo era complicado, Jiang Cheng ya había soltado comentarios y actos maliciosos hacia el protagonista, por ello la relación era un poco tensa.
Liebing miro la pequeña cartera, en realidad solo para las tarjetas, en ella solo tenían dos, una plateada y otra negra. La paleteada fue dada por la familia Lan, hasta hora Jiang Cheng había gastado en ropa, joyería y bolsos de diseñador, la tarjeta negra fue proporcionada por su familia, que también había gastado unos cuantos miles de millones de billetes en cosas de diseñador. - Lo son Joven maestro, en cuanto a los fondos, son ilimitados. Si tiene algún problema con ellos le diré al maestro Lan que los expanda. -
-¿Las dos son de él?. -
-No, la negra fue proporcionada por su familia y la plateada por el Mestro Lan. -
Jiang Cheng las miro con duda, no le gusta deberle a otras personas, la situación era bastante complicada hasta este punto, ya estaba casado con Lan Xichen, no lo odian pero casi todo el mundo le tiene un cierto resentimiento. Si tan solo hubiera regresado un poco antes todo hubiera salido bien, incluso ahora no tendría que esperar a que aprobará una solicitud para extraer su glándula.
Tomo la cartera y la guardo, después de eso se levantó. - Sr. Liebing, venda o tire lo que deje en mi habitación, al regresar no querido ver el desorden. -
Liebing quedo un poco conmocionado.- ¿Tirar todo?. -
-Solo lo que esta en las bolsas negras, le recomiendo que las venda, puede quedarse el dinero. - Jiang Cheng estaba dispuesto a irse, sin embargo Liebing lo detuvo.
-Joven Mestro Jiang, si saldrá deje que el chófer lo lleve. -
-No hace falta, llame a un taxi, regresaré un poco tarde. -
Después de eso se fue.
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El villano es solo la carne de cañon
Fiksi PenggemarDespués de morir por culpa de su negligencia, toma la piel de Jiang Cheng, el villano principal de una novela cliché. Intercambiado al nacer, vuelve de nuevo a su familia, se casa con su prometido original y toma el papel de villano, ¡por supuesto q...