Encuentro De Dos Almas Galácticas[𝑨𝒄𝒉𝒆𝒓𝒐𝒏 𝒙 𝑱𝒊𝒏𝒈𝒍𝒊𝒖]

Capitulo 23.

Los preparativos.

Jingliu: ¿Si quieres?! ¿Si quieres casarte conmigo? Acheron... Mi emanadora ~

Esto parece salirse de control; corrigió hubo mal uso de las palabras para describir la situación actual, el amor de las dos mujeres mas fuertes se ha hecho realidad.

La idea del matrimonio es sin duda alguna un rotundo si de parte de ambas.

Jingliu sonrió ampliamente al escuchar las palabras de Acheron. Su corazón se llenó de una inmensa alegría y emoción. Sin poder contener la euforia, la abrazó con fuerza, fundiéndose en un beso apasionado y profundo.

La luz de la luna iluminaba sus siluetas, creando un momento mágico y atemporal. Ambas sabían que lo que sentían iba más allá de cualquier límite o convención social. Era una conexión cósmica, una unión de almas que trascendió todo lo conocido.

Acheron se sentía abrumada por la intensidad de sus emociones. Nunca imaginó que alguien como Jingliu, la imponente guerrera que la había derrotado en combate, tuviera estos sentimientos tan puros y sinceros hacia ella. Cabe mencionar que la noche anterior que tuvieron tuvo algo que ver pero también esos sentimientos han venido desde mucho antes en aquella prisión.

Sin dudarlo, Acheron envolvió a Jingliu en un cálido abrazo, susurrando en su oído:

Acheron: Sí, quiero ser tu esposa. Quiero pasar el resto de mi vida a tu lado, construyendo un futuro juntas. Nuestro amor es único, una fuerza que trasciende todo lo terrenal".

Jingliu sintió que su corazón podía estallar de felicidad. Tomó el rostro de Acheron entre sus manos y la besó con ternura, sellando su compromiso bajo la luz de la luna.

Solo faltaría algo importante por hacer... los preparativos para la boda ¿No es así?

Con el paso de una hora estás dos mujeres regresan dónde se encuentra el general Jing Yuan y este se muestra un tanto carismático es algo notable siempre en el pero parece estarlo mucho más en ese momento.

Daba ligeros aplausos y así poder acercarse hacia las dos feminas y quedarse enfrente de ellas mirandolas a los ojos.

Jing Yuan: Su amor parece haber correspondido finalmente ¿No es así?

Acheron: Así es.. General.

Jingliu: Jing Yuan...tu...

Jing Yuan: Jingliu de Luofou, Emanadora de la Nihilidad Acheron, como general del ejército de Luofou doy toda mi aprobación ante su nueva unión amorosa.

Jingliu se mostraba visiblemente sorprendida por la actitud de Jing Yuan, mientras que Acheron simplemente asentía con gratitud ante las palabras del general. La atmósfera se tornó un tanto tensa mientras las dos mujeres intercambiaban miradas, tratando de comprender la situación.

Jing Yuan continuó hablando, con una sonrisa enigmática en su rostro.

Jing Yuan: En tiempos de guerra, el amor es un tesoro que debemos proteger, Acheron, Jingliu, su unión representa una fortaleza tanto para Luofou como para aquellas uniones de ejércitos venideros. Estoy seguro de que juntas serán capaces de superar cualquier adversidad que se interponga en su camino.

Las dos mujeres se miraron mutuamente, sintiendo un renovado sentido de confianza y determinación. Acheron tomó la mano de Jingliu con ternura, agradecida por el apoyo del general Jing Yuan. Juntas, se prepararon para enfrentar los desafíos que les deparaba el futuro, sabiendo que tenían a un buen hombre como el.

Jingliu: Disculpa...Jing Yuan Pero...yo quiero casarme con Acheron.

Jing Yuan: ¿Mmh? No veo el problema! ¿En qué les ayudo en eso?

Jingliu: Quiero que seas el padrino.

Acheron: Huh?! ¿Le pides eso al gene-

Jing Yuan: Acepto! Ah y para eso necesitan una madrina también... Maestra adivina Fu Xuan! *Volteaba a verla*

Fu Xuan: Tch! No queda otra opción¿Verdad? Cómo sea hagámoslo.

Jing Yuan: Ya la oyeron! Que empiecen los preparativos! La boda se hará mañana!

Jingliu y Acheron se quedaron boquiabiertas ante la rápida aceptación del general Jing Yuan y la maestra adivina Fu Xuan. Parecía que las cosas iban avanzando a una velocidad vertiginosa, pero no podían evitar sentirse emocionadas ante la idea de una boda tan inesperada y significativa.

Las mujeres se miraron con una mezcla de sorpresa y felicidad, agradecidas por el apoyo y la respuesta positiva de sus inesperados padrinos. Se pusieron en marcha de inmediato con los preparativos, preparando todo lo necesario para celebrar su unión al día siguiente.

El general Jing Yuan y la maestra adivina Fu Xuan se mostraron como unas figuras inesperadamente cálidas y solidarias en ese momento, demostrando que, a pesar de las circunstancias difíciles, aún quedaba espacio para el amor y la celebración en medio de la guerra. La boda prometía ser algo inolvidable y lleno de significado, uniendo a las dos mujeres en un vínculo que trascendía las adversidades del tiempo y el destino.

Continuara...