Capitulo 7

142 15 1
                                    

Han pasado dos semanas desde que vi a Peter, pero sólo dos segundos desde la última vez que he pensado en él. Parece trabajar tanto como Gastón, y aunque es agradable tener el lugar para mí de vez en cuando, también lo es cuando Gastón no está trabajando y realmente hay alguien con quien hablar. Diría que es lindo cuando Gastón y Peter no están fuera del trabajo, pero no ha sucedido desde que he vivido aquí.

Hasta ahora.

—Su papá está trabajando y él no lo hará hasta el lunes —dice Gastón. No tenía idea de que había invitado a Peter a ir a casa con nosotros para Acción de Gracias hasta este momento. Está tocando la puerta del apartamento de Peter—. No tiene nada más que hacer.

Estoy bastante segura de que asiento después de escuchar esas palabras, pero me giró y camino en línea recta hacia el ascensor. Tengo miedo de que cuando Peter abra la puerta, mi emoción por el hecho de que vendrá con nosotros será transparente.

Estoy en el ascensor, en la pared más alejada, cuando ambos entran. Peter me ve y asiente, pero es todo lo que consigo. La última vez que hablé con él, volví las cosas completamente incómodas entre nosotros, así que no digo ni una palabra. También trato de no verlo fijamente, pero es muy difícil concentrarse en otra cosa. Está vestido casualmente con una gorra de béisbol, pantalones vaqueros y una camiseta de los 49ers. Sin embargo, creo que ese es el por qué encuentro difícil de apartar la mirada, porque los chicos siempre me han parecido más atractivos cuando ponen menos esfuerzo en tratar de serlo.

Mis ojos dejan su ropa y encuentran su mirada fija, concentrada. No sé si sonreír con vergüenza o mirar hacia otro lado, así que simplemente opto por copiar su próximo movimiento, esperando que aparte la mirada primero.

No lo hace. Sigue mirándome en silencio durante el resto del viaje en ascensor, y yo obstinadamente hago lo mismo. Cuando finalmente llegamos a la planta baja, estoy aliviada de que de salga primero, porque tengo que inhalar una respiración muy profunda, teniendo en cuenta que no he respirado en por lo menos sesenta segundos.

—¿A dónde se dirigen ustedes tres? —pregunta Cap una vez que todos bajamos del ascensor.

—A casa, en San Diego —dice Gastón—. ¿Tienes plantes para Acción de Gracias?

—Va a ser un día muy ocupado para los vuelos —dice Cap—. Calculo que estaré aquí trabajando. —Me da un guiño y yo le guiño de vuelta antes de que desplace su atención a Peter—. ¿Y tú, muchacho? ¿Te diriges a tu casa?

Peter lo observa en silencio, de la misma manera silenciosa en que me miraba fijamente en el elevador. Eso me decepciona enormemente, porque por un momento, tuve una pequeña luz de esperanza de que Peter me miraba como lo hacía porque sentía la misma atracción que yo siento cuando estoy cerca de él. Pero ahora, viendo su enfrentamiento visual con Cap, estoy casi segura de que no quiere decir que Peter se siente atraído por una persona simplemente por quedarse viéndola descaradamente.

Peter aparentemente sólo mira a todo el mundo de esta forma.

Unos muy silenciosos y torpes cinco segundos siguen, y ninguno de los dos habla. ¿Quizás a Peter no le gusta que se refieran a él como "muchacho"?

—Ten una buena Acción de Gracias, Cap —pronuncia finalmente Peter, sin siquiera molestarse en responder a la pregunta. Se da la vuelta y comienza a caminar a través del vestíbulo con Gastón.

Miro a Cap y me encojo de hombros. —Deséame suerte —le digo en voz baja—. Parece que el Sr. Lanzani podría estar teniendo otro mal día.

Cap sonríe. —No —dice, retrocediendo un paso hacia su silla—. A algunas personas simplemente no les gustan las preguntas, es todo. —Se deja caer y me da un saludo de despedida. Lo saludo de vuelta antes de caminar hacia la salida.

Amor entre nubes Donde viven las historias. Descúbrelo ahora