Capitulo veintitrés
Markus
De niño creí que lo más difícil que me podía pasar en la vida era escoger entre ser un superhéroe o un villano del que todas se enamoraban, definitivamente estaba equivocado porque ahora me encontraba en si debía escoger a mi madre o a la chica que amo.
Mi padre estaba en un vuelo hacia Tokio por trabajo, al parecer el señor Minoru Yamada al fin había aceptado formar una alianza con nuestra empresa, pero eso no es lo que importa, la cosa es que mi padre estaría sin teléfono durante unas horas. Mi padre, el señor Baker odia utilizar cualquier dispositivo tecnológico por su problema de mareo, por lo tanto, yo era el número al que el hospital llamaría en caso de que mi padre no estuviera disponible.
—Logramos estabilizar a la señora Alicia Baker, pero necesitamos que un familiar esté presente en caso de que sea necesario —interrumpo al doctor.
—Estaré ahí en seguida.
Cuelgo la llamada y ahora no sé qué hacer, Astrid cuenta conmigo y debo salir a escena en poco tiempo, pero por otro lado...mi madre está entre la vida y la muerte.
—Hola a ti —entra Estefany al camerino—, vine rápido a dejarte estas galletas que —se detiene—. ¿Estás bien? —pregunta preocupada.
—No sé qué debo hacer —me tapo el rostro con las manos.
—¿A qué te refieres? —se acerca a mi poniéndose de rodillas en frente mío.
Sin mirarla le empiezo a contar mis preocupaciones, pues necesito que alguien me diga que es lo que debo hacer sin sentirme como una mierda por dejar a una de las personas que más me importan en la vida. Sé que si me quedo para terminar la obra mi madre me lo perdonaría, pero también sé que, si voy con mi madre, Astrid comprendería el porque me fui.
—No estoy diciendo que una de ellas vale menos que la otra, pero ambos sabemos que Astrid entendería el porque te marchaste —Estefany toma mi mano— déjale una nota o un mensaje y ve con tu madre.
Sus palabras tenían sentido, pero la razón por la que pienso todo en exceso, es porque no quiero defraudar a mi chica, y también porque al final de la obra yo cambiaria todo y le pediría a Romea que fuera al baile de graduación conmigo... creo que ahora eso no pasara.
—Tienes razón —me levanto y tomo mis cosas—, gracias Estefi.
Salí del camerino y antes de salir del instituto me la volví a pensar mejor, quizás si debía quedarme y salir en el momento que me tocaba.
*Notificación de Emma*
Emma: ¿Sabes algo de mamá? no me responde el videochat.
No respondí a su mensaje, pero eso fue suficiente para saber lo que debía hacer, así que terminé saliendo del instituto y conduciendo mi camioneta hasta el hospital. Aunque estoy seguro de lo que decidí, me duele haber dejado a Astrid sola, y quizás al inicio me odie por haberme ido así, pero cuando le explique las cosas, espero volver a como antes.
Llegando al hospital, estacioné mi camioneta en un lugar vacío y corrí a la entrada para preguntar por el doctor que atendía a mi madre.
—El doctor Miller está en cirugía en este momento, pero la señora Alicia Baker se encuentra en la habitación 209, en el cuarto piso.
—Se lo agradezco.
Intento mantenerme lo más relajado posible, porque no quiero precipitar las cosas y alterarme por algo que realmente espero que no suceda. Espero por un rato a que el elevador baje hasta mi piso, pero tarda tanto que decido subir por las escaleras hasta llegar al cuarto piso.
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Mi Querido Dulce Amor (EN PROCESO)
Romance•Faltas de Ortografía (siempre se mejoran) *A veces solo hay que abrirse para encontrar el amor* quizas el mundo no sea de colorores rosados, pero tampoco siempre sera de tonos grises, siempre hay mas allá de lo que imaginamos, solo hay que darle un...